Poza Rica, una mirada atrás

Primeros Oleoductos en México

Redes para el flujo de aceite de la Industria Petrolera

Por José Luis Rodríguez Badillo

Los primeros pozos petroleros que producían aceite crudo en los Estados Unidos tenían como lugar de acopio un tanque a boca de pozo, pero era inminente que se tenía que trasladar a otro centro de almacenamiento de mayor capacidad y de ahí a los procesos que se daba en las refinerías. La forma de transporte era sobre el lomo o carretas jaladas por animales de herradura, después sobre primeras pipas y más tarde en oleoductos de diámetros pequeños, por donde fluía el hidrocarburo por gravedad, fincando los tanques en puntos de nivel elevado, ductos que eran saboteados por los grupos de transportistas para no perder su trabajo.

En México los oleoductos nacieron por la distancia de los pozos a los tanques de almacenamiento, estos en su mayoría estaban en riberas de ríos, siendo al inicio el de Puerto México, hoy Coatzacoalcos y Minatitlán. Pero la elevada producción en el Norte de Veracruz ocasionó que en 1918, Tampico exportara más de 5,3 millones de toneladas de petróleo al día. La zona de almacenamiento y refinación fue en Mata Redonda, otro paraíso de stock y exportación fue la costa paralela a la Laguna de Tamiahua, que se conoció como Puerto Lobo, cerca de Cabo Rojo, ahí existían elementos que cargaban a mar abierto, equipos que en la actualidad se conocen como monoboyas, por donde llegaba el aceite a los buques-tanque.   

En la zona Huasteca de Veracruz se construyeron los primeros oleoductos a cielo abierto a un costado de la Brecha de la Huasteca, con diámetro de ocho pulgadas y unión de rosca y cuerda, se conocían usualmente como líneas de escurrimiento donde fluía el aceite, este eran bombeado por equipos de vapor de baja potencia, se instalaron no más de veinte kilómetros de distancia por tal razón, fueron de la Huasteca Petroleum Company que en total instaló tres, el primero del campo de Juan Casiano a Mata Redonda, con una longitud de setenta y cinco kilómetros en donde tenían sus tanques de almacenamiento y refinería.

En el año de 1915, la compañía El Águila había tendido un oleoducto de ochenta y dos kilómetros del Campo Furbero, al área de almacenamiento de la Barra Norte de Tuxpan, lugar donde estaban sus tanques, la tubería fue de seis pulgadas de diámetro y se tendió sobre el mismo derecho de vía de los rieles del tren de senda angosta, fluyendo paralela a estas, para fines de 1916, se instaló en esa área una pequeña refinería que manejó una producción diaria de siete mil barriles. Después del año de 1932 se recibía producción del privilegiado yacimiento Faja de Oro del Campo Petrolero de Poza Rica.

Puerto Lobo fue una enorme área de la playas entre Cabo Rojo y Tanhuijo, junto de la Barra de Corazones donde los sátrapas de las compañías almacenaron en casi cuarenta tanques de cincuenta y cinco mil barriles de capacidad, aceite que embarcaban a su fauces flotantes por medio de ductos clandestinos, pues nadie verificaba el volumen exportado y por ende la evasión del mísero impuesto que deberían pagar al gobierno, existen registros de embarques en Puerto Lobo, de dos y medio millones de barriles por año en promedio, el oleoducto llegó desde el campo Juan Casiano con un diámetro de ocho pulgadas. 

El Campo de Potrero del Llano tuvo tres oleoductos el primero que se tendió fue de seis pulgadas de diámetro a la estación de bombeo Tepetate, que tuvo tanques de almacenamiento de gran capacidad y en gran número, el desarrollo del ducto pasó por la comunidades de Tierra Amarilla y San Marcos, muy cerca de Tanhuijo y Tamiahua, después enfiló hasta llegara a Tepetate, un campo de relevancia en el manejo del aceite, ya que desde ahí salieron tres oleoductos paralelos a Mata Redonda, la gran meca de los hidrocarburos.    

El segundo también de seis pulgadas unidos igual que el anterior a base de rosca y coples después de haber realizado el trazo de este, sirvió para transportar aceite desde la estación de almacenamiento de Potrero del Llano, ambos fueron tendidos por la compañía mexicana del petróleo El Águila, el flujo cruzó por la comunidad de Alazán, Juan Felipe, llegó a Cerro Azul a los tanques de trasiego y se bombeo a Tepetate, pasar previamente por Amatlán, Chinampa y Los Naranjos, de ahí se envió el preciado líquido a Juan Casiano.

Del Campo Juan Casiano al campo petrolero de Tepetate existieron dos ductos de pequeña longitud con ocho pulgadas de diámetro cada una, desde aquel lugar, las compañías El Águila y La Huasteca desplegaron tres oleoductos que llegaron a Mata Redonda, previamente los ductos tuvieron que atravesar una larga distancia de casi cien kilómetros, la estación de bombeo de San Diego de la Mar, campo en donde además se explotaba aceite y tuvo en 1908 el mundialmente conocido pozo Dos Bocas, que lamentablemente explotó y se apagó hasta que el voraz fuego lo extinguieron dejando un enorme cráter. 

Los ductos llegaron paralelos a la estación de La Laja, donde cada compañía tuvo su propia estación de bombeo, así como su camino, reflejo de una rivalidad severa y antagónica, esta estación como las que le siguieron tuvieron una cercanía muy estrecha con la Laguna de Tamiahua, en cuyas riberas tuvieron un muelle donde atracaban sus respectivos chalanes y trasegaban sus equipos y herramientas para la industria petrolera, en las estaciones de bombeo había una zona habitacional para empleados de confianza, sus plantas para generar vapor y energía eléctrica, tanques de almacenamiento y los servicio de agua que dieron confort al personal.

Los ductos tuvieron dentro de su desarrollo sus campamentos para las estaciones de bombeo de forma muy similar, la de Halconcitos, Garrapatas y Llano de Bustos, lugares donde floreció un pueblo y tienen entre sí una distancia estimada de veinte kilómetros unidos actualmente por la añeja Brecha de la Huasteca, que llega al río Pánuco y desarrolló la zona industrial de Mata Redonda, donde existió la inmensa zona de tanque, destacando Tanks Ville, con treinta y cinco tanques con cincuenta y cinco mil barriles de capacidad, además de una presa de gran volumen a cielo abierto donde llegaba todo el aceite mexicano que fluyó por los tres oleoductos de las dos gigantes petroleras en su tarea de saqueo.

El aceite refinado de Mata Redonda y Tampico en el año de 1919 superó la exportación de Puerto México y Minatitlán, los envíos de aceite en buques-tanque se registraron hasta cinco millones trecientos mil toneladas de petróleo por año. Mata Redonda desarrolló además una inmensa industria para fabricar los tanques metálicos de doscientos litros para exportar el aceite antes que existieran los buques-tanque, envase de diferente capacidad para aceite y grasa lubricante para maquinaria. Contó con múltiples muelles de embarque y dársenas para carga de aceite a los barcos, una zona habitacional que aún subsiste y todo lo inherente para ese enorme lugar donde estuvieron las diecisiete compañías expropiadas.

El Tercer oleoducto en contraparte de los dos anteriores se trazó al sur del estado de Veracruz, su ruta se realizó por un derecho de vía hasta la Barra de Tuxpan, este oleoducto se construyó para manejar la producción del pozo Cerro Azul No. 4, que tres años antes sorprendió al mundo con sus doscientos sesenta mil barriles por día, el ducto se tendió y en el campo de Ojite se instaló un campamento donde estuvo la estación de rebombeo y la enorme planta generadora de vapor que se usó como combustible del equipo de bobeo. El oleoducto fue serpenteando el río Pantepec y llegó a la Barra de Tuxpan, donde se construyó a fines de 1916 una refinería y ocho tanques de almacenamiento. Instalación con más de un siglo. 

En el año de 1912 llegó a Álamo, Veracruz la compañía Penn-Mex, que construyó un oleoducto desde Álamo al Puerto Álvarez, emporio que estuvo en la Barra Sur del río Tuxpan forjando esquina con la costa del Golfo de México. El flujo de aceite fue paralelo al río Pantepec. En el desarrollo del oleoducto existió un estero y una estación para rebombeo en la comunidad de Zapotal, punto donde llegaba una Maquinita de vía angosta que salía de Álamo, en la que se transportó el material para las calderas, los tubos, la conexiones y el material necesario para la industria de la explotación y transportación del aceite, que llegó hasta Puerto Álvarez, a los tanques de almacenamiento de enorme capacidad junto  al muelle de embarque.  

El más significativo antes de la expropiación fue el oleoducto de ocho pulgadas de diámetro y trescientos kilómetro de longitud, fue del Campo Palma Sola, municipio de Coatzintla, Veracruz, a la refinería de Azcapotzalco, en la Ciudad de México, lo construyó la Compañía El Águila, fue el primero que utilizó motores eléctricos, por lo que realizó un contrato con la compañía Luz y Fuerza de Necaxa para bajar las líneas eléctricas a las estaciones de rebombeo: La Uno en San Diego, Medias lomas, La Joya, Nuevo Necaxa y Catalina del estado de Puebla, La Cima de Togo en el estado de Hidalgo, Venta de Carpio en el Estado de México y La Refinería de Azcapotzalco, una gran obra de ingeniería en su tiempo que dio a la capital del país el asfalto necesario… ¡Ductos que dejaron un grato olor a petróleo e historia!.

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