Xalapa, Ver.- Entre 2019 y 2025, 29 policías estatales y municipales, tanto en activo como ex elementos, fueron detenidos por su presunta participación en casos de desaparición forzada en Veracruz. En el mismo periodo, el Poder Judicial dictó 36 sentencias condenatorias relacionadas con desaparición, revelando un panorama que vincula a las fuerzas de seguridad con uno de los crímenes más dolorosos que enfrenta la entidad.
De acuerdo con registros obtenidos vía transparencia, los agentes procesados corresponden a distintos años. En 2024 se aprehendió a policías en funciones, mientras que en 2019 y 2021 fueron detenidos exagentes. En total, se libraron 48 órdenes de aprehensión, de las cuales 41 fueron ejecutadas, con víctimas en diferentes municipios y etapas de la última década.
En cuanto a procesos, se iniciaron 30 carpetas por desaparición forzada y 55 por desaparición cometida por particulares, lo que derivó en 41 autos de vinculación a proceso. Las sentencias alcanzaron condenas de entre 27 y 64 años de prisión. Apenas se registró una absolución, en un caso de desaparición cometida por particulares.
La organización Red Lupa reportó que el puerto de Veracruz concentra el mayor número de desapariciones, con 991 casos acumulados hasta mayo de 2025, un incremento de más de 500 en solo un año. Le siguen Xalapa, Córdoba, Poza Rica y Coatzacoalcos, lo que coloca a estas ciudades como los puntos rojos en la entidad.
Para las familias, sin embargo, los avances legales no se reflejan en resultados. La defensora de derechos humanos Anaís Palacios subrayó que persiste una acumulación de casos sin resolver y que la violencia de la delincuencia organizada sigue sin contenerse.
“Hay muchísimos casos de larga data en los que no se tienen ni localizaciones ni posibilidad de justicia. Los perpetradores siguen libres y eso provoca la acumulación de cifras que no se traducen en verdad ni en justicia”, expresó.
La activista describió que en Veracruz la presencia de fosas clandestinas se ha normalizado como parte de la vida cotidiana. “Para mí, eso es vivir en Veracruz: no saber. La fosa significa una posibilidad, aunque también un temor constante”, señaló.
Palacios enfatizó que los mecanismos institucionales no han garantizado justicia y que la impunidad mantiene a las víctimas en una condición de vulnerabilidad permanente. Recordó que, a diez años del periodo de Javier Duarte, aún no se ha podido acreditar lo sucedido en múltiples casos, reflejo de los ocultamientos que persisten.
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, Palacios insistió en que la fecha debe servir para recordar que la desaparición nunca puede considerarse normal y que el Estado tiene la obligación de prevenir, sancionar e investigar.
“Todavía no estamos en un escenario en el que podamos cumplir lo que marca la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzadas. La utopía sigue siendo un país donde nadie falte”, dijo.
Finalmente, lanzó un llamado a la sociedad a sumarse a la exigencia de las familias. “A veces un acto tan simple como no arrancar un boletín de búsqueda ayuda a que alguien no sea olvidado. Somos una sociedad con muchas heridas, pero también con necesidad de encontrar a los suyos”, concluyó.
















