El 21 de marzo, se celebra el Día Mundial de la Poesía. Excelente excusa para comparir con todos «Piedritas en la ventana», un precioso poema del gran Benedetti. Hubiera parecido que Benedetti escribió este poema pensando en estos días de aislamiento, ansiedad y temor.
Esta pandemia, el disparate que estamos viviendo estas semans, nos está brindando la oportunidad de detenernos a reflexionar, a escuchar la música, a percibir al otro, a sentir.
Que nos valga esto para crecer. Para ser más solidarios, más empáticos. Para prestar más atención a lo que importa sobre lo que urge. Finalmente, vamos a estar bien.
Piedritas en la ventana
Mario Benedetti
De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.
Mario Benedetti fue un maravilloso escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo integrante de la generación del 45, a la que también pertenecieron, entre otros, Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti.
Su prolífica producción literaria incluyó más de ochenta libros. Muchos de sus poemas nos pertenecen a todos, forman ya parte del corazón de muchos de nosotros.

Morning in a city, 1944 – Edward Hopper
Os dejamos dos poemas más del maestro uruguayo:
No te salves
Mario Benedetti
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Office in a Small City, 1953 – Edward Hopper
Corazón Coraza
Mario Benedetti
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
CULTURA INAQUIETA
















