La reactivación del complejo termoeléctrico Adolfo López Mateos viene generando la emisión de densa nube tóxica que cubre parte de la ciudad y alcanza áreas de 7 municipios.
La nube está compuesta por bióxido de azufre, bióxido de carbono, ácido sulfúrico y otros metales pesados. De hecho es una de las industrias más contaminantes de América del Norte.