Álamo, Ver.- Las prácticas arraigadas en comunidades indígenas, derivadas de sus usos y costumbres, dificultan la labor de las trabajadoras del programa de Educación Inicial debido a que la madre de familia no genera una reflexión sobre el tema.
No obstante, la coordinadora académica regional del programa dependiente del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), Claudia Lizbeth Blanco Carballo, dijo que aunque es difícil trabajar sobre eso, no es imposible.
Luego de apuntar que su zona de influencia son los municipios de Álamo Temapache, Castillo de Teayo, Tihuatlán y Coatzintla, anotó: “La renuencia de los padres es parte de las dificultades a las que nos enfrentamos como programa. Hemos tenido también dificultades porque hay madres que a veces no les interesa participar en nuestro grupo de atención, pero en su mayoría contamos con grupos donde las madres han ido teniendo conciencia de las prácticas que han ejercido, y hay algunas que han ido cambiando, enriqueciendo estas prácticas.”
Señaló que en el caso del municipio de Álamo Temapache, el programa de EI trabaja en comunidades muy cercanas a la cabecera municipal, como Puerta Siete, y en localidades como Monte Chiquito, Aquiles Serdán y La Pedrera, entre otras.
En este escenario, señaló: “En este nuevo ciclo operativo que estamos iniciando, tenemos un nuevo servicio en la localidad El Esfuerzo, que fue solicitado con anticipación en ciclos anteriores, y se están demandando en algunas otras comunidades.”
Y agregó: “Hacemos la invitación a las familias de las comunidades a que se integren, en este ciclo hemos estado obteniendo respuestas favorables en nuestros grupos y creo que la población ha estado observando cuáles son los beneficios.
“El beneficio que ahorita persigue EI, dentro de cada una de las comunidades, es poder orientar las prácticas de crianza de las madres de familia, a través de la reflexión de los espacios de sesión…sobre todo que sean basadas a los respetos de las niñas y los niños”, resaltó.















