Hojeros víctimas de asaltos

Hojeros víctimas de asaltos

Comisario de la Policía Municipal es acusado de estar involucrado.

Papantla, Ver.- Un grupo de comerciantes dedicados a la venta de hojas de maíz denunció públicamente la presunta complicidad del comisario de la Policía Municipal de Papantla, Miguel Santoyo, en una serie de asaltos a mano armada ocurridos en diversas comunidades del municipio.

Los afectados señalaron directamente al comisario y a su equipo de trabajo de proteger a los delincuentes que operan en las localidades de Morgadal, Cerro Grande, Agua Dulce y El Aguacate, por donde transitan los comerciantes al momento de ser asaltados.

Los denunciantes aseguran que, durante los atracos, los asaltantes mencionaron que Santoyo les otorgaba «unos minutos» para llevar a cabo sus ilícitas actividades, lo que refuerza las sospechas de colusión entre el jefe policiaco y los delincuentes.

Además, uno de los afectados reveló que, en una ocasión anterior, el comisario había ofrecido su protección a los comerciantes a cambio de una fuerte suma de dinero: cincuenta mil pesos. Ante la negativa de los afectados, los robos se intensificaron en los días posteriores.

El grupo de manifestantes exigió la intervención inmediata de las autoridades estatales y federales, e incluso apelaron a la intervención de la gobernadora del estado para que se tomen las medidas necesarias para esclarecer los hechos y se castigue a los responsables.

Los denunciantes temen por su seguridad y solicitan una investigación exhaustiva para determinar si el comisario y sus elementos están implicados en una red de corrupción y criminalidad que afecta a las comunidades de Papantla.

Estas mismas personas temen que sean víctimas del comisario ya que durante estos dos últimos días ha interrumpido algunas viviendas de los comerciantes e incluso los ha amenazado de que si lo denuncian sin embargo ya fueron puestas sus denuncias y esperan que las autoridades ministeriales trabajen en el caso ya que fueron otorgados vídeos y fotografías de los momentos exactos en que los uniformados llegan a realizar su abuso de autoridad.