Notable funcionario de Petróleos Mexicanos y excelso piloto de autos
Poza Rica, una mirada atrás
Por José Luis Rodríguez Badillo
En la múltiple gama de deportes que se dieron en Poza Rica en días de bonanza existió un club de autos convencionales y los que conocemos como Go-Kart, que se caracterizan por tener únicamente acelerador y freno; el hombre que fue capaz de organizar todo esto fue Don Fernando “Pinky” Galván Quiroga junto a otro gran animador, Don Pedro Poa Saavedra, fundadores del Poza Rica Automóvil Club Kart; iniciando carreras de exhibición en la calle lateral del bulevar Adolfo Ruiz Cortines, partiendo del parque Juárez y llegaban al colegio Salvador Díaz Mirón, al poco tiempo se fueron a las calles del interior del campo Pemex, en los años sesenta se construyó El Kartódromo Omega junto al Lienzo Charro de Poza Rica y laboralmente Don Fernando alcanzó la jefatura de Contaduría General del Distrito Petrolero de Poza Rica gracias a su responsabilidad para este relevante encargo.
Fernando Galván Quiroga fue originario de Tampico, Tamaulipas, en donde nació el 4 de junio de 1925; de ahí se fue a Monterrey, Nuevo León, donde realizó sus estudios básicos, a corta edad quedó huérfano de padre y durante un tiempo trabajó en la Fundidora de acero Monterrey, y de ahí se vino con su mamá a Poza Rica en el año de 1948, en pocas semanas entró a trabajar al taller de Combustión Interna de Petróleos Mexicanos, lugar en donde firmó la planta, y fue donde se hizo amigo de Pedro Poa, ambos amantes del automovilismo.
“Pinky Galván” se distinguió por ser un deportista completo, y gran promotor deportivo de juegos físicos y de mesa, practicando; boliche, ajedrez, billar y ping pong, entre otros, tuvo la oportunidad de cambiar de departamento y se pasó a “Tomadores de Tiempo”, le tocó el día en que pasó a llamarse Departamento de Contaduría, época en la que jugaba beisbol, teniendo la hazaña de haber tirado un juego sin Hit ni Carrera sobre el césped del añorado Parque Merino, en un juego de la Liga Interdepartamental de Petróleos Mexicanos, siendo uno de los records que enmarcaban la historia del legendario inmueble deportivo ya desaparecido por esas malquerencias políticas y abuso de autoridad.

A la edad de 23 años conoció a la señorita Iliana Robles López, una distinguida bailarina de ballet clásico sobresaliente con un solo de puntas en la estampa del Lago de los cisnes, al tiempo que estudió en la academia Comercio, lo que le permitió trabajar a los quince años en Petróleos Mexicanos, iniciando un noviazgo que duró tres años, y este, hasta que Iliana cumpliera dieciocho años se casaran; y la responsabilidad laboral de Fernando lo llevó a escalar la categoría de subjefe en el Departamento de Contaduría. ¡Tiempos de progreso en matrimonio!
Dentro del deporte, Pinky Galván destacó en las carreras de autos convencionales en eventos de diferentes ciudades de la frontera con la Unión Americana junto a Pedro Poa, quienes organizaron el “Club Automovilístico Poza Rica Capri”, en esa época inició la tradicional prueba de aceleración que se corría desde la Halliburton a la hacienda de Santa Águeda y retorno, programa que se recuerda por la gran oleada de aficionados que tenía, ya que participan corredores de la ciudad de Mc Allen, Texas, USA, Guatemala y de otras ciudades del interior de la República Mexicana, una de estas carreras fue el 18 de marzo de 1958, dentro del festejo del vigésimo aniversario de la Expropiación Petrolera, siendo todo un éxito con la asistencia del internacional piloto mexicano Pedro Rodríguez como invitado, figura que enmarcó la fecha. El suceso contempló una carrera para niños en patinetas, carritos de pedal y bicicletas, magno y relevante evento que integró el sentido familiar. ¡Digno detalle de Pinky Galván y Pedro Poa!.
En la amplitud de los diferentes tipos de deportes que se dio en aquellos años en Poza Rica, existió un club de autos convencionales y pequeños, que conocemos como Go-Kart autos que se caracterizan por tener únicamente acelerador y freno; quien fue capaz de organizar todo esto fue Don Fernando “Pinky” Galván junto al asombroso animador Pedro Poa, fundadores del Club Kart; iniciando carreras de exhibición en la calle lateral del bulevar Adolfo Ruiz Cortines, desde el parque Juárez hasta el colegio Díaz Mirón, al poco tiempo se pasaron a las calles del interior del campo Pemex; después se adhirió el Ing. Luis Manuel Contreras al Club, quien asombrosamente resultó ser aficionado a los Go-Kart, investido como el Superintendente del Distrito Petrolero de Poza Rica, quien llegó a ocupar el cargo que tuvo el Ing. Jaime J. Merino.

Con la adhesión del Ing. Luis Manuel Contreras Rodríguez, Superintendente del Distrito Petrolero de Poza Rica, quien de inmediato anunció la construcción de una pista para Kars, al que le llamó “Kartódromo Omega” junto al Lienzo Charro, el que se convirtió en un inmueble seguro para los pilotos de este prototipo de vehículos, lugar en donde asistía la gente seguidora de este tipo de carreras a disfrutar de la destreza y pericia de los pilotos, siendo “Pinky” una delicia de los aficionados.
Dentro de las competencias de automovilismo en Poza Rica, Pinky logró en cinco ocasiones el triunfo, y después de haber llegado en primer lugar y recibido con la bandera de cuadros, tomaba esta en sus manos y con ella recorría el circuito ondeándola como buen triunfador bajo una enorme ovación de los asistentes, laurel gracias a su habilidad, destreza y entusiasmo que le imprimía a sus participaciones, aplauso que siempre recibió con su natural sonrisa, la que mostraba con singular satisfacción al recibir el trofeo con el regocijo de su esposa Iliana, hijas: Pinky, Adriana y Fernando, y quien normalmente lo acompañaban a las competencias.
Con el club automovilístico “Prack” escudería con la que participó fuera de Poza Rica ganó más de 50 carreras, hazañas que le permitió acumular un número igual de Medallas, Diplomas y Trofeos que orgullosamente engalanaron la vitrina de su cálido hogar, en la memoria de muchos aficionados vive la alegría que mostraba en los circuitos dando la vuelta triunfal con la bandera a cuadros saludando a los aficionados, quienes siempre brindaron un merecido reconocimiento a sus victorias con cálidos y nutridos aplausos, esos que alimentaron su voluntad de participar, en eventos automovilísticos de varias plazas importantes del país y extranjero que contaban con pistas para carreras de autos.
Paralelo y dentro del ámbito social, Fernando “Pinky” Galván en el ámbito social orgullosamente perteneció al distinguido Club 20-30, del cual, en un tiempo tuvo el alto honor de ser presidente, y con alto sentido de servicio enarboló la bandera de la altruismo pura, siempre con la mesura en estos actos, en donde guardó la máxima discreción que se debe tener en la filantropía, asistencia de la que nunca se guio por la vanidad y alejado del protagonismo en esta tesis.
De igual manera fue distinguido integrante del Club de Leones de Poza Rica en la era más emblemática de este ateneo, Pinky participó con entusiasmo en diversos servicios de ayuda para los que menos tienen, edificando escuelas, bibliotecas, jardines de niños y diversa atención a los más necesitados, siempre junto con su esposa Iliana, distinguida y respetada compañera León, labor que realizaron de forma discreta compartiendo su bondad a la sociedad menos favorecida, amor que ofrecieron al prójimo los distinguió, deporte, sociedad y trabajo, en donde se jubiló como jefe del Departamento de Contaduría el día 25 de octubre de 1983, dejando un lugar ponderado y de importancia y en Petróleos Mexicanos.

La continua asistencia de Pinky al Kartódromo lo convirtió en un lugar de tradición en la vida del automovilismo para niños, jóvenes y la familia en general, la que gozó de aquella época del mundo del automovilismo en Poza Rica en la amplitud de los deportes que se dio en aquellos tiempos; Pinky encaró la gran satisfacción de representar la figura de Poza Rica reconocida en el mundo del automovilístico a nivel nacional hasta días antes de que Dios lo llamara a su reino, participó en su última carrera, la que ganó y recibió un bello trofeo convertido ya en ese tiempo en una leyenda viva del volante, ya que lamentablemente Pinky vio la bandera a cuadros el 24 de agosto de 1987 que ponía fin a su vida, y fue cuando ganó un lugar muy especial en el cielo, día en que la gloria lo recibió con música de triunfo, y dejando un inmenso palmarés de su obra social y vida deportiva de 50 años.
En la actualidad le sobrevive su gentil y estimada esposa, Iliana Robles viuda de Galván, su hijo Fernando y las orgullosas hijas Pinky y Adriana, además los seis nietos: Eduardo, Eric, Fernando, Eric, Aylín y José, todos con grados académicos que denotan la preocupación de ser padres atentos a la educación de sus hijos, lo que sin duda hace de Poza Rica una cuna de buena sociedad.
Fernando “Pinky” Galván fue aficionado de las carreras de autos Fórmula Uno, por lo que no se perdía ninguna carrera en el autódromo de la Magdalena Mixhuca en la Ciudad de México, hoy Hermanos Rodríguez, desde que se instituyeron estas carreras al final de los años cincuenta, circuito en el que anhelaba con participar, y no pudo ser realidad, Pits que visitó su hija Adriana al ser elegida años más tarde como “Chica Fórmula uno Quintana Roo” y como “Chica Fórmula Uno” tiene la anécdota, gusto y honor de haber dado la salida al piloto brasileño Nelson Piquet, momento que le dedicó a su papá, Pinky Galván de haber estado en los Pits.

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