El calor es incesante e incluso con el ventilador en el tercer nivel se siguen sintiendo altas temperaturas que no te dejan dormir. La ola de calor que, de acuerdo a los especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), termina este domingo 18 de mayo, ha impactado visiblemente a los habitantes del país, especialmente a los de la Ciudad de México, cuyas temperaturas suelen ser un poco más templadas.
Esta ola de calor que comenzó el 15 de mayo continúa haciéndose presente en el país y aunque han dicho que termina este fin de semana, habrá que saber cuánto es en promedio lo que dura una ola de calor para estar preparados en próximas ocasiones y tomar las debidas precauciones.
Hace algunos años una ola de calor duraba de tres a cinco días, pero en los últimos tiempos esa cifra ha aumentado, ahora puede extenderse entre 10 y 15 días, de acuerdo a la propia información del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, aunque en el momento en que tiene esa duración cambia de nombre.
Según refieren en la Gaceta UNAM Global, hace tan solo unos años la ola de calor duraba entre 3 y 5 días, aunque en los últimos años la duración ha cambiado, de acuerdo al investigador Víctor Torres, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.
La ola de calor se desarrolla en una zona “en la que la presión atmosférica es muy alta, lo que impide la formación de nubes y, a su vez, ocasiona una mayor radiación solar, elevando la temperatura. Cuando el fenómeno se prolonga más de cinco días entonces se considera una ola de calor”. El investigador de la UNAM indicó que entre tres y cinco días podría considerarse algo normal en las temperaturas calurosas, pero cuando dura más de cinco días se considera una ola de calor. “Cuando estas olas duran entre 15 y 20 días se les clasifica como eventos extremos”, aseguró.
En muchas ocasiones nos dicen cómo es que el cambio climático nos sigue impactando cada vez más fuerte. La publicación de la UNAM indica que “el calentamiento global ha reducido la diferencia de temperatura entre los trópicos y los polos, lo que ha alterado los patrones de circulación atmosférica, como el jet stream, lo que favorece la estabilización de sistemas de alta presión en lugares donde antes no ocurría”.
Agregan que en grandes urbes, como la Ciudad de México, el fenómeno que se presenta es conocido como Isla de Calor, el cual ocurre “cuando el suelo urbano, compuesto principalmente por cemento y asfalto, absorbe y retiene más calor en comparación con las áreas rurales o agrícolas circundantes”.