Ganaderos de la región han perdido el control de cuántas cabezas de ganado han sido extraídas de sus corrales en lo que va del año. Ello, ha significado una pérdida de muchos miles de pesos y en algunos casos, la bancarrota de varios productores.
De acuerdo a lo mencionado por Justino Mercado Hernández, presidente de la Asociación Ganadera Ejidal en el mes de enero, ya se contabilizaban aproximadamente 200 cabezas de hato hurtada, esto, tan sólo de los pocos casos que se llegan a denunciar.
Desde entonces a la fecha, aseguró que ya no se tiene una estadística, pues este delito es el que más padecen los ganaderos de la zona. Precisó podría ser más del triple el número de hato robado en estos primeros meses del año.
Tan solo ejemplificó que, en el 2017, cerraron con más de mil 500 cabezas de ganado robadas en todo el año, el 2018 con más de 2 mil y en este, ya se desconoce cuántos son los que se han perdido. Agregó que estos, son los únicos que han sido conocidos, aunque hay varios que no se denuncian.
Señaló que el abigeato no es un problema nuevo, y para los ganaderos, significa perder todo su patrimonio, por lo que es una situación que está dejando en la quiebra a quienes subsisten de esta actividad.
Hizo énfasis que están alarmados debido al creciente delito de abigeato, y dijo que por más denuncias que realizan, las autoridades no han podido detener las fechorías de los delincuentes.
Comenta también que ya se ha vuelto común encontrar restos de animales en diferentes ranchos, por lo que presumen que los sacrifican y los destazan en el mismo lugar de dónde extraen los ejemplares, cuyo producto lo venden a la población a más bajo precio.
















