Sinaloa, México.- De vender dulces, naranjas y refrescos cuando era niño a ser uno de los narcos más poderosos y buscados del mundo, así comenzó la vida del Chapo Guzmán.
El legendario Chapo Guzmán está en la espera de su sentencia final, la cuál será el próximo miércoles 17 de julio por traficar millonarias cantidades de droga a Estados Unidos.
Poco queda de aquel poderoso capo. Joaquín Guzmán Loera nació el 4 de abril de 1957 en el rancho La Tuna, en Badiraguato. Una zona famosa en el mundo por su gran producción de marihuana, amapola y ahora de fentanilo.

El Chapo, la figura de inspiración
A pesar de que solo estudió hasta tercer año de primaria, su historia es la inspiración de muchos jóvenes pues él es un ejemplo de como alguien sumamente pobre puede llegar a convertirse en millonario, con respeto y poder.
Quién se iba a imaginar que el niño que vendía naranjas en su pueblo iba a llegar a convertirse en un hombre de dinero, a tal grado de aparecer en la revista Forbes.
Además cualquier cosa que lleve su nombre o de refencia al Chapo, es un hit de ventas.
«Recuerdo como mi madre hizo pan para mantener a la familia. Vendí naranjas, vendí refrescos, vendí caramelos. Mi madre era una gran trabajadora, trabajó mucho. Cultivamos maíz, frijoles. Me ocupé del ganado de mi abuela y cortaba madera», dijo el capo en la famosa entrevista grabada para la revista Rolling Stone y Kate del Castillo Productions.
Guzmán tenía 15 años cuando entró al negocio de las drogas y tres años después partió a Culiacán, capital de Sinaloa, y de ahí a la segunda ciudad en importancia del país: Guadalajara, donde se unió al cártel de Miguel Angel Félix Gallardo, el primer zar mexicano de la cocaína.
Tras la captura de Gallardo, Guzmán se convirtió en parte de la segunda generación de líderes del cártel de Sinaloa, fundado en la década de 1960 y considerado el primer cartel trasnacional de México.
Sin vuelta atrás a la cadena perpetua
Tras dos fugas de película de cárceles mexicanas y tres capturas no menos espectaculares, el famoso narcotraficante fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2017 y desde entonces ha estado en aislamiento presidiario casi total.
El gobierno estadounidense pidió que el «despiadado» capo sea condenado a cadena perpetua más 30 años de cárcel por traficar cientos de toneladas de drogas a Estados Unidos durante un cuarto de siglo.
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