Con olor a pólvora y sabor a naranja

Hipólito Moreno Tapia
Álamo, Ver.- Los hechos de violencia, recrudecidos en lo que va de este mes en la ciudad, han superado la capacidad de reacción de las autoridades e incluso sobrepasan con creces lo que aconteció en la década de los 80, cuando se acuñó la frase “Álamo con sabor a naranja y olor a pólvora”.

“En aquella época ocurrieron enfrentamientos entre familias como los Rodríguez y los Martínez, y hubo varios casos que acabaron con la vida de varias personas”, recordó el señor Rosendo Ramírez, comerciante de la zona centro.

Refirió que fue en ese tiempo cuando fueron asesinados el abogado y líder agrario Neftalí Estrada Azuara, junto con el diputado federal por el Tercer Distrito de Tuxpan, Demetrio Ruiz Malerva, dueño de la difusora entonces denominada XEID Radio Álamo.

Ambos fueron inmolados el 26 de julio de 1986 en la esquina de las calles Garizurieta y Aquiles Serdán, en el sector de la ciudad conocido como El Ávalo, presuntamente por una confusión en la disputa a muerte que sostenían Rodríguez y Martínez.

Por esto y otras muertes violentas a balazos se acuñó la citada frase, tan arraigada que se imprimía en calcomanías que se pegaban en vehículos y en playeras que se ofertaban en el tianguis y varias tiendas, abundó el comerciante.

Otro empresario local, que prefirió reservar su nombre, recordó que las autoridades municipales de aquel tiempo, cuando Juan Bustillos Montalvo era alcalde, tuvieron que realizar una intensa campaña cultural para erradicar la frase, y la construcción del colosal Monumento al Colotero contribuyó a generar otra imagen.

Sin embargo, lamentó, el nombre de Álamo nuevamente se vincula y se convierte en un referente nacional de hechos de violencia, mucho más graves que en la década de los 80.

“Aquellos eran tiempos de parvulitos, algo así como si fueran de preescolar, comparado con lo que ahora está pasando en Álamo, con levantones, secuestros, extorsiones, de todo en una sola semana. Algo tienen que hacer las autoridades”, recalcó.