Colapso del JOLOPO reaviva dudas sobre uso del fideicomiso

Colapso del JOLOPO reaviva dudas sobre uso del fideicomiso

El daño estructural del puente revela años de abandono y opacidad en el destino de más de 240 millones de pesos para su mantenimiento.

Hipólito Moreno Tapia

Álamo, Ver.- El daño estructural que sufrió el puente José López Portillo (JOLOPO) tras la creciente del río Pantepec el pasado 10 de octubre ha vuelto a poner sobre la mesa el abandono institucional y la falta de claridad en el manejo de los recursos destinados a su mantenimiento.

La infraestructura, inaugurada en 1981 por el entonces presidente José López Portillo, une a la cabecera municipal de Álamo con la región norte del estado. Tras el desbordamiento del río, presenta hundimientos, fisuras y socavones que obligaron a cerrar el paso vehicular, permitiendo únicamente el tránsito peatonal, de motocicletas y de vehículos oficiales ligeros.

El cierre afecta a miles de habitantes y productores agrícolas que dependen de esta vía para trasladar sus cosechas y mercancías. Más allá del impacto inmediato, el colapso parcial del puente evidencia la aparente falta de mantenimiento preventivo, pese a la existencia del “Fideicomiso 080”, creado en 2009 para administrar los ingresos de la caseta de peaje y garantizar la conservación de la obra.

De acuerdo con reportes oficiales, el fideicomiso ha acumulado más de 240 millones de pesos, pero no existen registros públicos recientes sobre intervenciones o rehabilitaciones mayores. Habitantes y transportistas aseguran que desde hace más de una década el puente mostraba daños visibles y que las lluvias recientes solo aceleraron el deterioro de una estructura ya debilitada.

En medio del descontento social, el alcalde electo de Álamo Temapache, Pepe Arenas, expresó sus dudas sobre el supuesto mantenimiento que habría recibido el puente. “Espero equivocarme, pero dudo mucho que se le haya dado adecuado mantenimiento; insisto, espero equivocarme”, declaró.

La postura del edil electo refleja el sentir de la población, que por años ha exigido rendición de cuentas sobre el uso de los fondos recaudados en la caseta y la publicación de los informes técnicos del fideicomiso. El silencio de las dependencias estatales y federales solo refuerza las sospechas de un manejo opaco de los recursos públicos.

A 44 años de su inauguración, el puente López Portillo, considerado en su momento símbolo de desarrollo y unidad para Veracruz, se encuentra en una situación crítica que contrasta con el propósito con que fue construido: integrar a las comunidades del norte del estado y fortalecer la economía regional. Hoy, su deterioro se ha convertido en un recordatorio de lo que ocurre cuando las promesas de mantenimiento se diluyen entre la burocracia y la falta de transparencia.