Tuxpan, Ver.- Con un operativo conjunto entre corporaciones municipales y federales, los accesos a la zona de playas quedaron cerradas desde las nueve de la mañana de este miércoles y así permanecerán hasta nuevo aviso.
En el despliegue participan elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal como policía preventiva, Protección Civil y Tránsito y Vialidad, con apoyo de la Policía Naval, Policía Federal, Guardia Nacional y Secretaría de Marina.
La medida radical es para evitar concentraciones masivas que pudieran incrementar el riesgo de contagios de coronavirus, indicó en la víspera el alcalde Juan Antonio Aguilar Mancha.
Sin embargo, los prestadores de servicios turísticos, que desde semanas atrás se prepararon para recibir a los visitantes, se inconformaron desde que supieron que no habría paso.
“¿Qué vamos a hacer con los empleados?, ¿Cómo le vamos a hacer con los recibos de luz que nos llegan de 5 mil pesos, de dónde los vamos a pagar y de dónde vamos a comer?” Estamos todos esperando estas fechas y la Semana Santa para ganarnos unos pesos. Nos va a afectar totalmente”, indicó el señor Jorge González, propietario de un establecimiento en playa “Mis amores”.
Agregó que desde hace mes y medio se dedicaron a arreglar palapas y realizar otras labores de mantenimiento en las instalaciones, con gastos que ahora no podrán recuperar.

Pese a las protestas, no hubo marcha atrás y escasos minutos después de las diez de la mañana se estableció un cerco policial, procediendo desde ese momento al cierre de los accesos principales y secundarios de las playas en la Barra Norte.
El director de Protección Civil municipal, José Clemente Campos, dijo que con el operativo se hicieron efectivas las medidas de prevención, planteadas el día anterior por el alcalde y respaldadas por el Consejo Municipal de Protección Civil.
En el acceso principal a la Barra Norte se instaló una especie de retén y solamente se permite el cruce a quienes viven o trabajan en la zona de recreo.
Asimismo, los autobuses de ruta, que tienen su terminal a escasos metros de la costa, así como los paseantes que llegaban en sus unidades, se vieron obligados a dar vuelta en el lugar donde se colocó el filtro, medida que se mantendrá por tiempo indefinido.
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