COATZINTLA, VER. – Nueve meses bastaron para que el actual alcalde César Ulises García Vázquez, demostrara que no le importa el progreso de Coatzintla, si no, tener más y más poder político y en consecuencia, incrementar su riqueza personal aunque para lograrlo, tenga que darle la espalda a las familias más pobres, a quienes menos tienen y a quienes el presidente Andrés Manuel López Obrador, antepone delante de su propio Gobierno, «al pueblo como el patrón, al pueblo que le paga para hacer política y justicia social pero primeros los pobres», pero en Coatzintla se hace todo lo contrario todo por el hambre de poder.
Tal es el caso de un gran número de mujeres campesinas y hombres que radican en la parte alta de la comunidad Escolín de Olarte, quienes siempre han tenido el rechazo del alcalde, y para muestra un botón, pues en sus compromisos de campaña, aseguró que la calle principal sería rehabilitada para que la gente no tuviera problemas y poder sacar a sus enfermos, a sus hijos hacia la escuela o para salir hacia la cabecera, pero mintió.

De acuerdo con Damián Cosme Bautista García, exagente municipal de ese lugar, luego de tanto batallar en época de lluvias y ante el rechazo del alcalde, entre los vecinos se pusieron de acuerdo y cooperaron para comprar cascajo para rellenar toda la calle principal y entre todos, con pico y pala, hombres y mujeres, con mucho esfuerzo y sacrificio pero lograron su objetivo, ya que César Ulises no quiso poner ni un solo peso, argumentando que el Gobierno del estado, no le ha mandado recursos.
«Fue una promesa de campaña y en una reunión con el edil, una señora le preguntó sobre la calle y García Vázquez le contestó groseramente, que si ella tenía el dinero, que ella la pavimentara y ahorita se agarra de que se está metiendo el agua potable y que no se podrá pavimentar».
