Poza Rica, Ver.– La intersección de la calle Once con la calle Cinco de Febrero se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para conductores y vecinos. Desde hace dos semanas, personal encargado realiza la reparación del drenaje, levantando el concreto, pero la obra ha generado saturación vehicular y un caos total que dificulta el paso por la zona.
Al respecto, vecinos y automovilistas expresaron su frustración ante la falta de alternativas viales y la lentitud de los trabajos, que han convertido una de las calles principales en un cuello de botella constante. Cada hora punta se convierte en un auténtico reto para quienes deben transitar por esta zona, aumentando los tiempos de traslado y generando malestar generalizado.
Es por eso que autoridades locales han sido criticadas por la falta de señalización y de información clara sobre los avances de la obra, mientras que la comunidad exige soluciones inmediatas que agilicen los trabajos y reduzcan los problemas de tránsito. Y es que el caos en calle Once se ha vuelto tema de conversación y preocupación diaria, dejando en evidencia la urgencia de una planificación más efectiva en las obras públicas.












