Por Leopoldo Pérez
Con la abundante extracción de petróleo que se obtuvo del pozo Poza Rica 2, situado cerca del kilómetro 56 de la vía Cobos-Furbero, en lo que hoy es la Colonia División de Oriente, la compañía petrolera inglesa “El Águila” decidió cambiar sus oficinas de Palma Sola, a la ranchería llamada “La Poza Rica”, ambos territorios pertenecientes al municipio de Coatzintla.
La mudanza de los trabajadores se dio el 20 de diciembre de 1932, creando formalmente el núcleo urbano de nuestra ciudad, cuando el superintendente de la compañía “El Águila”, Mr. J. L. Princellar llamó telefónicamente a su oficina matriz en Tampico, para informar que oficialmente a partir de ese momento ya se despachaba en el recién creado campo petrolero de Poza Rica.
“El Águila” adquirió los terrenos y los adaptó para trazar la colonia americana y la colonia obrera: 156 personas entre trabajadores y sus familias se transportaron en la maquinita para ser los pioneros de la ciudad, cambiando de residencia con sus enseres domésticos para habitar la Colonia Obrera la cual constaba de cuarterías para cinco familias, con piso de cemento, paredes de tarro, cubiertas con una mezcla de lodo y zacate. Los baños inodoros y lavaderos eran comunales separados de las cuarterías. La colonia americana en cambio era solamente para los extranjeros, con casas de madera, piso de cemento, luz eléctrica, teléfono, agua potable y hasta construyeron posteriormente un casino con alberca, comedero y cancha de tenis. Edificaron también las instalaciones industriales: talleres, tanques de almacenamiento, batería de separación y estación de bombeo.
Además de este primer núcleo urbanizado ya existían en Poza Rica asentamientos de trabajadores que carecían de lo más elemental: casas con piso de tierra, paredes de otate y barro, techos de palma, drenaje a cielo abierto, sin luz eléctrica, que se alumbraban con quinqués de petróleo, y con el reflejo de los quemadore; además se abastecían de agua que sacaban de los pozos y de las corrientes cristalinas y puras que corrían por los arroyos. Una de estas colonias precarias era “La Laredo” que se ubicaba al otro lado de la colonia americana, después de pasar el arroyo del Hueleque. La colonia Laredo se llamaba así por estar del “otro lado” de la colonia americana. Después de la expropiación de la industria petrolera en 1938, la colonia americana se llamó “Del Interior del Campo”, hasta la fecha.
Aún con todos estos sacrificios la gente migró de todos los rumbos del país en busca de trabajo para mejorar sus condiciones de vida, y fundar la gran ciudad de Poza Rica, que hoy da cobijo a casi ciento noventa mil habitantes, cuyo origen debemos conmemorar cada 20 de diciembre de todos los años.