Se quedan atascados hasta los vehículos de servicios funerarios, señalan residentes del sector en Jardín Nuevo.
Hipólito Moreno Tapia
Álamo, Ver.- Los accesos al cementerio municipal, ubicado en el ejido Nuevo Jardín, se encuentran convertidos en un lodazal, lo que dificulta el ingreso de las personas e incluso impide la entrada de unidades de servicios funerarios.
El panteón está frente a la calle Vicente Guerrero, a la cual se puede llegar por las calles 16 de Septiembre y 20 de Noviembre, pero las tres están en pésimas condiciones, señalaron residentes de este sector, conurbado con la ciudad.
Y pese a que prácticamente han iniciado las festividades de Todos Santos, el camposanto está en el olvido de la administración municipal que encabeza la arquitecta Blanca Lilia Arrieta.
“Como vecinos ya hemos pedido a través de nuestro agente municipal, Severo Olvera, que por lo menos echen grava en estas dos calles (16 de Septiembre y 20 de Noviembre), porque es una tristeza que estén así.
“Y en mero enfrente del cementerio nosotros hacemos trabajos de limpieza en el camellón de la calle, porque estaba lleno de monte. Y lo que es la calle Vicente Guerrero, que es la que pasa enfrente del cementerio, es un lodazal.
“El cementerio tiene dos entradas por el lado de enfrente, pero las dos son puro lodo; los carros se atascan y tienen que cargar las cajas (ataúdes) para ponerlos en el descanso, porque ni los carros de las funerarias pueden pasar”, indicó el señor Cristóbal Hernández.
Detallaron que en la primera sección del panteón, es decir, la que está en la entrada, es para aquellas familias que tienen capacidad económica para adquirir un lote, ya sea individual o familiar, mientras que la segunda sección, al fondo del predio, es para familias sin recursos o para sepultar cadáveres no identificados.
Sin embargo, la segunda sección está llena de maleza, por lo que los vecinos afirman que hay toda clase de alimañas, entre ellas serpientes.