Hipólito Moreno Tapia
Álamo, Ver. – Pese a que fue iniciada hace casi un año, la rehabilitación de la calle Ferrocarril, en plena zona centro de la ciudad, no ha podido quedar concluida y se prevé que podrían pasar otros seis meses para que sea terminada.
Lo que se proyectaba como la principal obra en la zona centro de la ciudad por parte de la administración de la alcaldesa Blanca Lilia Arrieta Pardo, es un atascadero en el tramo que conecta con la avenida Independencia, con riesgo para los peatones que tienen que caminar sobre tablones y tabiques para cruzar de una acera a la otra.
La calle conecta las avenidas Independencia y Garizurieta, por la parte trasera de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, pero los trabajos no tienen el avance que se había proyectado, se quejaron comerciantes y residentes de este sector.
Tales trabajos iniciaron el 25 de agosto del año pasado con la demolición del concreto, aunque estaba en buenas condiciones, lo que ha sido criticado, toda vez que hay calles muy dañadas, como la Garizurieta, con fracturas y hundimientos del pavimento, por lo que ésta sí ameritaba una reconstrucción.
Los mismos trabajadores señalan que un factor para el atraso ha sido la falta de materiales, el mal tiempo y el atraso en el pago de nómina, a pesar de que son apenas 6 obreros, algunos de los cuales revelaron de manera anónima que casi nunca trabajan una semana completa.
«Nosotros no tenemos la culpa de la lentitud de los trabajos, pues además de la escasez de materiales, los días de lluvia nos impiden continuar», abundó uno de ellos tras recalcar que existe «completa desorganización entre el ayuntamiento y la constructora contratada».
Asimismo, la ciudadanía percibe que no existe capacidad por parte de la administración municipal, pues, aunque en el extremo hacia la avenida Garizurieta un tramo ya casi está terminado, no hay mayor avance en el entronque con Independencia.
«Por lo que vemos, nuestra presidenta municipal lamentablemente está reprobada en materia de Obra Pública, y eso que dice que es arquitecta, quién sabe con qué calificaciones hizo la carrera», abundó una molesta comerciante del área, quien pidió anonimato ante el riesgo de represalias.
