Tixpan, Ver.- La comunidad de Tumilco fue sede de un evento cultural y místico, con el encuentro de huastecos y totonacos en el festival del Día de Muertos, que tuvo como uno de sus atractivos principales la colocación del altar más grande de la huasteca baja.
Salvador Cruz Bautista, promotor cultural del lugar, mencionó que el encuentro entre huastecos y totonacos es el resultado de la “hermandad hacia la expresión viva de lo que refleja la diversidad cultural. Así lo vivimos en Tumilco”, expresó.
La localidad, que aspira a convertirse en un destino turístico rural, tuvo en este festival la participación de danzantes que enmarcaron la colocación de la ofrenda para los fieles difuntos y su posterior levantamiento.
Además del monumental altar de muertos, los habitantes de Tumilco, que en lengua tének significa “Lugar de inciensos”, también elaboraron un copalero de barro de más de un metro de altura, el cual aromatizó el emotivo evento con el tradicional incienso, en tanto que la flauta de los danzantes resonó armónicamente.