POZA RICA, VER.- La palabra nepotismo, según el diccionario de la Real Academia Española, tiene varias precisiones, pero todas recaen en el abuso del que tiene poder para favorecer a familiares.
Se dice que es el «trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos». Cada vez se persiguen más activamente los casos de tráfico de influencias, nepotismo y otras formas de corrupción política.
También señala al nepotismo como una desmedida preferencia que algunos le otorgan a parientes «para las concesiones o empleos públicos, o sean una desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos».
Tal es el caso de la síndica Lizeth Guerra Méndez, de quien se sabe, tiene a su mamá Tomasa Méndez como encargada del Centro de Desarrollo Comunitario, con un jugoso salario, mientras que su padrastro, Rafael Zulaica, es su chofer, pues diariamente conduce la camioneta Captiva roja del ayuntamiento.
Trascendió que sin dar cuentas al cabildo, maneja los gastos por concepto de compras de servicios y utensilios para las diversas festividades, como los artículos luminosos para la Navidad, que habrían tenido un costo superior a los 350 mil pesos.
La instalación demoró bastante, pero a la funcionaria parece no importarle la celebración sino la transacción, como ocurrió con el costo por iluminación para las fiestas patrias del 16 de septiembre, cuyo costo superó también los 300 mil pesos.
Así opera la 4T con esta funcionaria pública que cobra exorbitante sueldo a costa de los impuestos que pagan los pozarricenses.
NEGOCIAZO DE SÍNDICA
Lizeth Guerra Méndez, sin dar cuentas al cabildo, maneja los gastos por concepto de compras de servicios y utensilios para las diversas festividades, la falta de transparencia lleva a sospechar el destino de los recursos, así como a conocer los supuestos proveedores.
Tan solo en los artículos luminosos para esta Navidad el costo rebasa los 350 mil pesos, dinero que no se sabe a dónde se destina, ya que muchos adornos son reutilizados de anteriores administraciones.
Otra crítica ciudadana fue que en esta ocasión las luces comenzaron a instalarse después de los primeros días de diciembre, incluso el parque de Las Américas arrancó diciembre sin una sola luz navideña.
A la síndica parece no importarle la celebración sino la transacción, como ocurrió con el costo por iluminación para las fiestas patrias, cuyo costo superó también los 300 mil pesos.
La síndica ha ganado fama por mantener en la nómina a su madre Tomasa Méndez como encargada del Centro de Desarrollo Comunitario, con un jugoso salario; mientras que a su padrastro, Rafael Zulaica, lo tiene de chofer, y utiliza la camioneta oficial.