Sin orden ni eficiencia en el Ayuntamiento de Tuxpan

Ante el hecho evidente de que el actual ayuntamiento carece de orden y eficiencia, el ex regidor Héctor Gerardo Peralta Torres llamó a los ediles a ponerse a trabajar de verdad en beneficio de la ciudadanía tuxpeña.

Reconoció que, si bien los regidores no tienen facultades ejecutivas, sí pueden ser propositivos para impulsar el desarrollo del municipio, por lo que su deber es ponerse a gestionar; subrayó.

Y es que el también asesor ciudadano sostuvo que el actual gobierno municipal se encuentra muy «desangelado» dado que la atención que brindan la mayoría de los funcionarios deja mucho que desear.

En este sentido, acusó que para muchos ciudadanos ha sido imposible entrevistarse con algunos de esos servidores públicos pues siempre tienen algún argumento para no recibirlos.

Hay muchos problemas en Tuxpan que reclaman su atención, como los azolvamientos del alcantarillado y los espacios públicos que algunos comercios y domicilios están ganando en las banquetas, por ejemplo, en el libramiento y en la salida a Tamiahua y nadie dice nada, lamentó.

En su momento, acuso, además, “A la CAEV le dije cuál era el problema de azolvamiento de las alcantarillas de Tuxpan Viva, porque los camiones con cemento que estuvieron pavimentando lavaban ahí; no hicieron caso. Ahora resulta que es el problema principal por lo que se inunda Tenechaco.”

Y, puntualizó: “Qué regidores hagan su chamba, que lean la Ley Orgánica del Municipio Libre…”

La falta de eficiencia señalada por Torres Peralta se observa no sólo entre los regidores de la Comuna, sino en diversas direcciones del Ayuntamiento, entre ellas la de Protección Civil y Bomberos, una de las más estratégicas del gobierno local.

Para muestra bastan dos casos ocurridos recientemente: uno de ellos, el de un accidente sucedido a un trabajador del área de Parques y Jardines que estuvo a punto de costarle la vida, pues al utilizar una escalera del camión contraincendio para desramar una palmera del bulevar Jesús Reyes Heroles, la escalera se desplomó con todo y el empleado.

El suceso fue ocultado por las autoridades municipales para proteger al titular de PC, José Clemente Campos Pérez, en un intento porque no trascendiera que la escalera se vino abajo debido a que la unidad con más de 40 años de antigüedad no recibe el mantenimiento constante que amerita.

La otra pifia de PC sucedió en el caso de intoxicación ocurrida en las oficinas del Registro Civil, y donde el director de la dependencia negó que hubiera una situación grave, a pesar de que por lo menos dos trabajadoras de la dependencia tuvieron que ser atendidas médicamente.