Muchos locales siguen cerrados tras la inundación y otros están siendo reparados pero es baja la afluencia del público consumidor
POR ROBERTO AGUILAR TOLENTINO
Poza Rica, Ver.- La plaza comercial Gran Patio se niega a morir pero con el impacto de la inundación del 10 de octubre, puso a pensar a empresarios que resultaron afectados, pues muchos no han abierto sus locales a un mes y una semana de la tragedia.
Antes de la inundación, se notaba la baja afluencia de personas, incluso en fines de semana, pero ahora la situación es más complicada porque los comerciantes que perdieron toda su mercancía, han tenido que invertir sobre lo que no habían terminado de pagar y encima de eso, invertir en materiales para reconstruir sus locales.

Asimismo, la adquisición de equipos de cómputo, herramientas que diario se utilizan en sus locales por lo que enfrentan una situación muy difícil.
En entrevista, algunos afectados dijeron que es muy probable que cierren sus locales y busquen otras expectativas para el próximo año, “ya que, la inundación nos ha dejado casi en bancarrota”.
En octubre de 2007, Gran Patio abrió sus puertas al público con la participación de franquicias nacionales y del extranjero, las cuales, poco a poco empezaron a retirarse, a tal grado de que, quienes le entran al quite son comerciantes y empresarios locales y de la región.

Actualmente, se pueden ver grupos de trabajadores contratados por las empresas afectadas, realizando reparaciones de interiores y fachadas, con la fe de levantarse y seguir operando.
Grandes tiendas como Coppel, banco BBV Bancomer y otros, siguen con las puertas cerradas y no se sabe si volverán a dar servicio en Gran Patio.














