Con moches que van de 10, 20 o hasta 40 mil pesos, agentes de Transporte Público hostigan a operadores de diversas modalidades para no retener sus unidades, de lo contrario los amenazan con aplicarles multas de hasta lo doble que ellos les piden.
Amedrentan principalmente con trasladar sus unidades a corralones, ya que buscan cualquier excusa para asegurar el vehículo y aplicar las multas.
El martes en el bulevar Central Poniente, los agentes detuvieron a un taxi de la Ciudad de México, pero luego de verse evidenciados por los medios de comunicación se fueron del sitio y ya no terminaron su cometido.
El delegado Luis Alberto Pérez Corona desde su llegada a Poza Rica ha sido acusado por choferes del servicio público de carga y taxis foráneos de dedicarse a extorsionar, por lo que no se descarta que junto con sus elementos sean denunciados a Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Ayer, una patrulla de la misma dependencia en la avenida Puebla esperó el paso de un tráiler, que detuvo para aplicar una supuesta infracción que ascendía en conjunto a casi 40 mil pesos, incluyendo multa, grúa de traslado y corralón, pero los medios de comunicación de nuevo hicieron evidente el modus operandi de dichos elementos.