Raúl Gibb, clave para que Vida Milenaria protegiera a tortuguitas en Tecolutla

Raúl Gibb, clave para que Vida Milenaria protegiera a tortuguitas en Tecolutla

Fue uno de los primeros en creer en el sueño de Papá Tortugo.

Por: Mónica Tejeda Hernández

Tecolutla, Ver. – «Raúl Gibb y su familia creyeron en Fernando Manzano y su ayuda fue clave para que Vida Milenaria naciera y protegiera a las tortugas marinas», reconoció Irma Galván, presidenta de esta organización ecologista que trabaja desde hace 51 años.

Raúl Gibb, clave para que Vida Milenaria protegiera a tortuguitas en Tecolutla

 

Comparte que el inicio de la labor de Papá Tortugo fue complicado, pues muchos tecolutleños lo consideraban «loco» por sus sueños de conservación, excepto Raúl, que no dudó en brindarle apoyo para que pudiera darle una figura jurídica a su sueño y registrara así a la asociación civil Vida Milenaria.

«Cuando Fernando le platicó a Raúl lo que se podía hacer, se entusiasmó y le brindó la primera ayuda económica y eso fue decisivo; Raúl se identificaba mucho con Fernando, porque los dos cumplían años casi el mismo día y se tenían gran estima», recordó.

«Don Raúl nos ayudó a pagar la primera acta constitutiva para que Vida Milenaria tuviera una personalidad jurídica», detalló.

Raúl Gibb, clave para que Vida Milenaria protegiera a tortuguitas en Tecolutla

La primera liberación en la historia de Vida Milenaria fue de 500 quelonios recién eclosionados y en el año 2024, gracias a un gran trabajo de equipo y mucho esfuerzo, fueron 100 mil, y ese éxito también es resultado de la gran visión de Raúl Gibb, quien destacó por promover a deportistas, artistas y buenas causas sociales.

Hoy, el legado de ambos continúa en Tecolutla y su participación en esta historia se encuentra plasmada en una línea del tiempo colocada en el campamento sur de Vida Milenaria para honrar sus memorias en el 50 aniversario de la organización.