Cazones de Herrera, Ver. – Los sectores restaurantero y hotelero de este municipio, se vio afectado por el impacto del huracán Grace, y para colmo, durante el censo que levantaron los servidores de la nación, volvieron a hacer de las suyas, pues la gran mayoría se quedaron esperando el recurso, y solo unos cuantos recibieron el apoyo que otorga el Gobierno federal a los damnificados.
Tal situación se replica en todas las zonas de playa, desde La Barra, Playa Azul, Boquilla y Chaparrales.
De acuerdo con Patricia Martínez Chavero, represente del gremio restaurantero, resulta inexplicable el hecho de que «sólo a unos sí les dieron el apoyo y a otros los dejaron esperando».
En Cazones operan más de cincuenta restauranteros y palaperos, quienes durante el ingreso del meteoro, sufrieron pérdidas totales y para colmo, las playas siguen inundadas con palizada y toneladas de desechos, mayormente plásticos, juguetes, muebles y otros enseres, que son arrastrados por la corriente del río Cazones, desde otras ciudades río arriba.
Explicó que, ahora cada quien por su lado, los restauranteros e incluso, los del sector hotelero que también sufrieron daños considerables, están buscando ser escuchados por los encargados del Centro Integrador de Desarrollo, ya que, de acuerdo con las declaraciones del presidentes Andrés Manuel López Obrador, «todos serán apoyados, sólo es cuestión de que servidores de la nación levanten la información correspondiente».
Martínez Chavero recordó que tras el impacto del huracán, sus palapas y sus restaurantes quedaron desechos, muchos fueron arrancados por completo y con ello, perdieron mobiliario, enfriadores además de todo el producto que guardaban desde pescados y mariscos.
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