Tihuatlán, Ver.- Cada fiesta patronal es una oportunidad de bendecir a Dios y acercarse a Cristo, señaló el obispo Roberto Madrigal Gallegos, luego de presidir solemne misa en la parroquia de esta villa en honor a san Francisco de Asís, patrono del pueblo católico.
En entrevista, destacó que igualmente es momento para agradecer por estar vivos, “pues eso es una gran ganancia: tener el don de la vida, después de lo que ha causado la pandemia y que, gracias a Dios, poco a poco se van reaperturando las misiones y demás actividades”, ponderó.
Asimismo, añadió que es importante contemplar a Jesús en el crucifijo, “para poder hacernos verdaderamente cristianos, mirando la fuente, porque esto es Cristo, precisamente, y, dos, que le pidamos como lo hizo san Francisco, que seamos instrumento y fuente de su paz para los demás”.
El obispo de la Diócesis de Tuxpan presidió junto con el párroco Marciano Domínguez Pérez la misa en honor al santo patrono, ante la presencia de decenas de devotos que, después de la eucaristía, participaron en un convivio con los sacerdotes.
Madrigal Gallegos permaneció durante todo el convivio y aún después de que se retiró el último de los feligreses. “Así debe ser, para uno poder disfrutar de la presencia de la comunidad y no salir como tapón de sidra. La gente quiere estar con su obispo y el obispo quiere estar con su gente. Por eso quise dedicar este día a Tihuatlán, en el mero día de la fiesta patronal”, concluyó.
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