Castillo de Teayo, Ver.- La venta indiscriminada de cohetes en la vía pública, sin la mínima seguridad para prevenir accidentes, pone en riesgo constante a vendedores y compradores ante alguna eventualidad, mientras las autoridades municipales de protección civil duermen el sueño de los justos y se hacen de la vista gorda.
El comercio de palomitas de diversos tamaños, buscapiés, chifladores, petardos, bengalas, bombetas y hasta cohetes de arranque, entre otros artículos de pirotecnia, es posible observarlo en la céntrica calle Huauchinango, frente al parque municipal.
Mientras en otros municipios las autoridades de protección civil y hasta militares realizan operativos contra la venta clandestina de explosivos, o por lo menos para verificar que cuenten con las debidas medidas de seguridad para evitar accidentes, en Castillo de Teayo la comercialización se realiza sin ninguna protección para la población.
Un recorrido por la zona permitió constatar que los vendedores carecen de medidas de seguridad, como extintores y depósitos de agua o de arena para sofocar cualquier conato de incendio, lo que representa un riesgo ante cualquier accidente que pudiera ocurrir.
Vaya, ni siquiera cuenta con avisos o letreros para advertir a la gente que no encienda cigarrillos, muchos menos con cintas de protección para mantener a los compradores a distancias adecuadas.
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