Debido a las distancias de zonas indígenas, algunas mujeres no acuden a las unidades médicas y las parteras empíricas ayudan a traer los niños al mundo, dijo la supervisora estatal de parteras, Irene Hernández.
Explicó que con la finalidad de que puedan realizar un mejor trabajo de parto, sin complicaciones y para evitar la mortandad materna, fueron capacitadas alrededor de 22 parteras de este municipio y sus comunidades, por parte del personal del centro de salud local.
“Se les explicó sobre los signos o señales de alarma durante el embarazo, la forma en la que deben actuar a tiempo ante una situación de emergencia para que las mujeres en gestación sean canalizadas al hospital de la comunidad Entabladero, perteneciente al municipio Espinal, que es el lugar más cercano y en el que se debe brindar atención a los habitantes de los ocho municipios de la sierra totonaca”, señaló.
Asimismo se les dio a conocer sobre un posible apoyo que se les podría proporcionar para atender los trabajos de parto, consistentes en básculas y guantes, entre otros materiales para que puedan realizar su labor sin complicaciones, “la idea es certificarlas el próximo año, para que estén más actualizadas y puedan mejorar la atención a las mujeres embarazadas”.
Añadió que “una de las ventajas que las parteras tienen es el manejo de la lengua materna en las comunidades, lo que complica la interlocución con las pacientes próximas a dar a luz”.
















