Salvador Calles Ramírez, alcalde de Ozuluama, municipio enclavado en la zona norte del estado, enfrenta graves acusaciones por enriquecimiento inexplicable, desvío de recursos del ayuntamiento y fraude en la obra pública realizada durante su administración, lo que tiene en riesgo la viabilidad en las finanzas municipales.
Considerado un municipio de alta marginación y sumido en una crisis económica que tiene a la población agobiada por la falta de empleo y liquidez monetaria, Ozuluama es el ejemplo de obra pública inflada hasta en 200 por ciento, que ha alcanzado un monto de desvíos por más de 16 millones de pesos, sólo en este año.
Mientras muchas personas apenas subsisten con lo más esencial, Calles Ramírez exhibe un enriquecimiento meteórico, el cual le permite la adquisición de ranchos, vehículos de lujo, casas en Cuernavaca, Morelos; Tampico, Tamaulipas y hasta en Mc Allen, Texas, en los Estados Unidos, además de maquinaria pesada, ganado y cuadras de caballos de carreras, sin que hasta el momento haya demostrado el origen de sus ingresos.
