Aunque la economía de México no tuvo una fiesta por la entrada masiva de flujos de capital extranjero porque se ha desacelerado en los últimos años, no va a ser fácil enfrentar la primera alza de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) después de nueve años, prevé BofAML.
«Uno de los riegos externos más grandes que enfrentará México en los siguientes meses es si va a tener una salida de capital extranjero ante la subida de tasas de la Fed», advirtió Carlos Capistrán, economista en Jefe para México de Bank of América Merrill Lynch (BofAML).
En el marco de la presentación de las Perspectivas de Medio Año 2015 de Bank of America Merril Lynch, el economista sostuvo que la volatilidad se va a incrementar, afectando al mercado cambiario, por lo que, de faltar la liquidez, no descarta que el Banco de México actúe con nuevos mecanismos para apuntalar al peso mexicano frente al dólar.
Además, estima que el tipo de cambio finalice este año rondando los 16 pesos por dólar.
«Es un riesgo que está ahí, hay que tener cuidado, pero el Banco de México y la Secretaria de Hacienda han estado tomando los pasos necesarios para estar preparados», dijo.
Capistrán explicó que los flujos foráneos normalmente llegan a la economía y se arma una fiesta; los bancos lo utilizan para dar crédito, todos empiezan a consumir y el precio de las casas comienza a incrementarse. Pero cuando se va ese dinero, la resaca es dura.
En cambio, el dinero que entró a México se guardó el banco central en reservas internacionales, ya que el crédito no creció y se desaceleró la economía en los últimos dos años.
«No hubo fiesta y están guardados una buena cantidad de estos flujos en reservas, 191 mil 819.5 millones de dólares, que si fueran necesarias para paliar salida de capitales, se tienen recursos», aseveró el especialista.
Añadió que su escenario base es que no habrá una salida fuerte de capitales, aunque sí volatilidad, pero manejable.
La Fed comenzaría a subir tasas en septiembre, la primera vez que las incrementa en nueve años, pero de forma gradual, mientras que otros bancos centrales mantendrán la flexibilidad.