A lo largo de estos 4 años la actual administración de Petróleos Mexicanos ha priorizado temas y objetivos que en papel suenan de una manera muy bien, tal como lo marca su eslogan dese el 2019 “Por el rescate de la soberanía”. Muchas personas del ámbito petrolero cayeron en ese canto de las sirenas, donde se consideraba que este rescate partía desde el punto de vista que muchas de las labores realizadas por grupos de outsourcing se llevaran a cabo por personal de la paraestatal, generando un sinfín de empleos, cosa que 4 años después verificamos que no pasó. Pero conforme ha estado pasando el tiempo, escuchando una y otra vez de parte de gobierno federal como directiva de altos mandos de PEMEX diciendo que el problema radicaba en el sindicato y los actos de corrupción que ahí se llevan, incluso en este tipo de declaraciones han generado un tal impacto que cuando tu vez una publicación en redes sociales de cualquiera de las secciones del sindicato petrolero, mucho de los cometarios que se realizan por parte de la sociedad son: “En lugar de hacer eso porque no invierten en mantenimientos, cursos, etc.”, o lo que es aún peor, personas que pertenecen al gremio petrolero y pensando exactamente lo mismo que las secciones deben de hacer y realizar la compra de las insuficiencias que ha generado la empresa.
Debemos de tener algo muy claro, los sindicatos de cualquier índole su función principal es defender los derechos de sus trabajadores agremiados, si bien he tenido la fortuna de conocer buenas y malas personas dentro de estos movimientos sindicales, muchas veces nos quedamos con las malas sensaciones generadas justamente por estas personas representantes que muchas veces su incapacidad de resolver los problemas o sus malos tratos generan el concepto de que un sindicato no funciona.
Pero debemos de empezar a separar las principales responsabilidades de cada uno y una de estas recae en la empresa ¿Qué ha hecho últimamente para solventar los problemas? Bloqueos de plaza, falta de mantenimiento, ausencia de equipo de protección personal que ahora tristemente se ve reflejado este fruto con los accidentes ya cada vez más constante a lo largo de estos años.
Acorde a estadísticas arrojadas por parte de la empresa productiva del estado, se realiza un índice de frecuencia de accidentes acorde a lo presentado en el ejercicio del año 2022, alcanzando una cifra de 0.44 incidentes por millón horas hombre, registrando un incremento abismal en los accidentes, siendo la estadística más alta, algo que no se presentaba desde el 2013. Si bien PEMEX tiene mecanismos desde la prevención hasta la corrección, desde la capacitación hasta los análisis causa raíz para poder solventar todas estas situaciones, algo que ha quedado muy claro es la nula inversión que se da en el ámbito de la seguridad, ya que esta va muy apegada con el mantenimiento de los equipos, el cual en esta época de austeridad ha sido una constante en todas las instalaciones PEMEX, y que no se necesita ser un experto en la materia y que basta solo con mirar de fuera cualquiera de las instalaciones urbanas que están dentro de nuestra ciudad, donde podremos observar la falta de luminaria de las instalaciones, así como el ya más constante olor a gas en cualquiera de las instalaciones, fugas de hidrocarburo, equipo de transportación con condiciones severas muy visibles, o para los que están dentro de esta empresa, el saber que las coberturas de plaza la misma empresa no las está brindando, que incluso servicios básicos para los trabajadores como los servicios sanitarios no están en condiciones por falta de agua ,mantenimiento y oclusión de sus drenajes ¿Cómo entonces creer que se dé el recate de la soberanía? Cuando justamente su elemento de más valor en la empresa que es el trabajador se encuentra cada vez en condiciones mas deplorables.
El director de la empresa en sus páginas de redes sociales anuncia visitas en diferentes zonas de la
República, comentando que las opciones están de manera óptima, no estaría mal que viniera a Poza Rica y se tomara una imagen desde el distribuidor o desde su helicóptero y viera las condiciones en cual se encuentra los talleres desde su techumbre, pareciendo zona de guerra.
Uno de los principales rumores que se da en la explosión que sucedió la semana pasada en el sur es la falta de equipo de detectores de gas en esa instalación, que por austeridad fueron retirados, entonces deberíamos empezar a preguntarnos, ¿en Poza Rica la empresa tiene los suficientes detectores de gas? ¿Las instalaciones están con los mecanismos de seguridad necesarios? ¿Están con sus redes contraincendio funcionando? Existe el mantenimiento necesario para evitar no solo fugas de hidrocarburo (algo que sabemos que se da y constantemente), sino para evitar una explosión que no solo dañe a trabajadores petroleros, que eso ya es muy grave,
sino que dañe a una sociedad.
Siempre se ha dicho que Poza Rica es una bomba de tiempo, pero ahora con la falta de presupuesto ese reloj cada vez avanza más rápido y la empresa está más preocupada por repartir prestaciones ya logradas y establecidas por medio de una aplicación, que en preocuparse por una prioridad que sería invertir en sus instalaciones.
Tiempo al tiempo y sinceramente esperando equivocarme, pero hasta hoy en nuestra ciudad como en la mayoría del país para PEMEX la seguridad ya no es una obligación, ahora parece que es un privilegio de unos cuantos.
Nos leemos el próximo lunes.
@llamada de emergencia