Por LIC. GABRIEL DEL ÁNGEL
Por esa conexión con todos los “venus”, “lucca” y “nico”.
Existe una conexión o lazo entre el ser humano y sus mascotas, en especial con los perros, las personas que comparten parte de su vida con una mascota llegan a formar vínculos emocionales tan fuertes que están convencidos de esa singular relación, la cual se funda en una relación incondicional en ambas partes.
En lo personal no tengo la experiencia de la convivencia de una mascota, pero conozco personas que sí la tienen y que a lo largo de su vida su mascota pasa a formar parte de su familia y crean un vínculo emocional muy fuerte con estos animalitos. Seguramente has visto a través de los medios de comunicación o redes sociales imágenes de perros que “lloran” durante el funeral de su dueño, o se echan en la entrada de la casa en espera por días esperando el regreso de su amo, pues su ausencia los deprime, por ponerle un nombre a esta actitud asumida por el animalito.
Debes saber que el ser humano y los perros comparten una estructura cerebral llamada sistema emocional, este es un factor de unión entre ambas partes ya que tu mascota puede descifrar los estados de ánimo en que te encuentres y tener una reacción positiva hacia ti, esto quiere decir que si te encuentras triste el perro lo “siente” pues tú se lo transmites, pero no solo esto, sino que el animalito puede proporcionarte “consuelo” en dicho momento. Esta vinculación emocional que experimentas con tu mascota facilita una comunicación a través de los sentimientos y emociones.
Tal vez pudieras pensar que es una moda tener una mascota, sin embargo la arqueología nos dice que ya hace 14,000 años los lobos domésticos (ancestros de los perros) vivían y convivían con los seres humanos.
La ciencia ha puesto especial atención a este singular vínculo emocional tan especial que hay entre el hombre y su mascota, este radica en un proceso hormonal que se activa al mínimo contacto y es muy parecido al que se da entre madre e hijo, de hecho varios experimentos demostraron que a nivel neurológico surgen varios neurotransmisores relacionados con el amor, igual al que se agrega cuando dos personas se aman.
La ciencia ha avalado el grado de amistad entre animales de la misma especie e incluso de especies distintas. Ese es el motivo por el que tu mascota busque continuamente enredarse entre tus piernas, consolarte cuando te sientes triste con alguna caricia de su parte, cuando te sientes alterado y al acariciarlo te calmas, cuando se echan cerca de ti o duermen en la misma cama, todas estas son señales de aprecio como amigos.
La conducta de tu mascota aumenta en respuesta a las señales que haces con tus manos con las que le indicas que le vas a dar de comer, por olores como la loción que usas, por el horario de regreso a casa, esta conducta muy parecida a la asumida por el ser humano y la cual está asociada a emociones positivas. Los neurocientíficos le llaman homología funcional y puede ser un indicio que el cerebro del animal funciona de manera muy similar al cerebro humano.
El sistema nervioso del perro se ha adaptado para entender las emociones que hay detrás de tu voz, es decir, tu mascota se ha vuelto un experto rastreador de tus emociones ya sean de tristeza o felicidad. La etología nos dice que los perros al igual que los humanos tienen un área en el cerebro para identificar la voz y los estudios sugieren que utilizan mecanismos cerebrales parecidos para procesar la información social del entorno.
Si hay una especie animal más comprometida para el trabajo en equipo con el ser humano es el perro, desde tiempo muy remoto le ayuda a la caza, el pastoreo, como lazarillo, para detectar drogas, sustancias peligrosas, como rescatista en siniestros de la naturaleza.
La oxitocina, una de las llamadas hormonas de la felicidad, aumenta entre otras cosas con la relación de la pareja, apego materno, y se ha descubierto que este neurotransmisor también aumenta con la interacción que haces con tu mascota.
Una investigación llevada a cabo por el Departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu en Japón, afirmó que el cerebro no define el nivel de oxitocina que libera una persona y que por el solo hecho de ser dueño de una mascota el cerebro la libera de manera involuntaria.
Las nuevas tecnologías de imágenes cerebrales (RNM funcional) ayudan a entender las bases neurobiológicas de la relación entre el ser humano y su mascota.
Has escuchado muchas veces que el perro es el mejor amigo del hombre, pero, ¿de dónde nace tal afirmación?, los científicos dicen que fueron los mismos animales quienes empezaron a domesticarse a sí mismos, esto a cambio de la compensación que recibían por parte de sus dueños a través de una mejor comida y cuidados, los cuales no podían conseguir por sus propios medios. Con el paso del tiempo el hombre lo entrenó para la caza, como guardianes, pastores y en algunos casos para transportar carga o jalar trineos.
En conclusión estos son algunos de los beneficios de tener una mascota en la convivencia diaria, en el entendido de que no se trata de que “pongas una mascota en tu vida”, como si se tratara de un juguete, sino más bien “comparte y relaciónate con ese ser vivo que forma parte de tu vida con responsabilidad, dedicación y honestidad”.
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Con el mejor de mis deseos porque seas feliz, perfectamente saludable y libre de todo sufrimiento.
NAMASTE.
















