Esto parece cuento…
Por Sr. PR
Jueves era único, no había otro como él, pero siempre llegaba Viernes y lo golpeaba en el rostro… Viernes era popular, fiestero, y todos lo esperaban impacientes; era el alma de las reuniones.
Jueves estaba celoso de su compañero, pues, solo por haber nacido en una posición cómoda, cualquier cosa se le hacía más fácil y tenía la atención de todos.
Aunque en sus noches de tristeza, siempre podía consolarse con Martes. Ella lo escuchaba siempre atenta; al final, Martes entendía bien a Jueves, pues vivía bajo la sombra de Lunes, quien presumía por ser siempre la primera, alardeaba de ser la más bonita, alineada y de guardar siempre una actitud positiva.
Pero Martes y Jueves eran muy unidos, a pesar de que Miércoles siempre intentaba separarlos, inventando cientos de excusas para dejar de lado todo y relajarse.
Pese a todo, Miércoles era noble, incluso aprendía de Sábado y Domingo, quienes vivían la filosofía de que, cuando se espera, el tiempo se disfruta mejor.
Pero el caos a veces se apoderaba de la situación y Lunes entraba en apuros, y Miércoles no veía la salida. Entonces, una mañana, Jueves observó a su alrededor y comprendió que él podía tomar el control, enfrentar a Viernes, ponerlo en su lugar y hacer que Sábado y Domingo contagiaran a Lunes de su buena actitud. Al final, Jueves se dio cuenta de que él estaba en medio de todos y que, si quería, podía darle sentido a la semana.
