Cazones de Herrera, Ver. – Al menos siete de los trece policías municipales debidamente acreditados por la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno estatal, asignados a este municipio, fueron dados de baja de manera tajante luego de ser objeto de presión y amenazas para que firmaran un documento para que “les pudieran pagar sus dos quincenas”, por lo que solo restan seis elementos con licencia para portar arma.
Hasta ahora, se desconoce si estos elementos van a demandar al ayuntamiento o terminaron en algún tipo de convenio a conveniencia.
Se trata de policías que contaban con el adiestramiento y capacitación que, en su momento, pasaron los exámenes de control y confianza pero los dejaron sin trabajo, en plena pandemia de Covid-19, en plena cuesta de enero y en su lugar, han contratado a 10 nuevos elementos algunos sin estudios y sobre todo, sin capacitación o adiestramiento, por lo que el ayuntamiento volverá a empezar de cero y gastando recursos para su traslado a Banderilla Veracruz, para que sean habilitados para la seguridad de Cazones, para lo cual habrá de pasar mucho tiempo.
Prestadores de servicios, empresarios de este municipio, docentes y la propia ciudadanía se pregunta qué pasa con la actual administración, donde prevalece el deterioro en todas sus áreas y lo más peligroso, la seguridad pública de las familias cazoneñas, que ven con asombro que sólo quedan seis policías acreditados de quienes no se sabe en qué momento también serán despedidos.
Aunado a esto, la Policía Municipal solo cuenta con dos patrullas pues las otras dos, que están en comodato por parte del Gobierno del Estado, siguen a disposición de la Fiscalía General del Estado FGE, tras los hechos violentos ocurridos a finales de diciembre del año pasado, en la localidad de El Coyol, y también están a disposición de esa autoridad dos armas largas.