Un Emblema Católico en la Colonia PetroMex
UNA MIRADA ATRÁS
ING. JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ BADILLO
Eran los años treinta y alborada del auge del petróleo en la región de la Poza Rica, Municipio de Coatzintla, cuando el deseo de una mejor vida movió a un grupo de trabajadores de Tampico y otros lugares a esta tierra, conocida en aquel tiempo como Poza de Cuero, venían con la ilusión de lograr mejor calidad de vida basada en la esperanza de la Fe, alimentada con la presencia de los primeros misioneros quienes sembraron la semilla del cristianismo en el campo petrolero de la “PetroMex”, la religión se profesaba inicialmente bajo la sombra de un árbol en donde se celebró la primera misa, posteriormente en un pequeño tejaban de madera, donde se llevaba la evangelización, hasta que llegó a este lugar el padre Juan Núñez Fuentes, vicario de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Poza Rica, quien impulsó la celebración de la Santa Misa con gran entusiasmo que era carismática de juventud a mediados de los años 1950.
Desde la fundación del Campo Petrolero de “La PetroMex” en el año de 1935, se reservó un área para la construcción de una capilla, no obstante desde el inició de la década de los años cincuenta, el domicilio de Don Adolfo Rendón Rendón, fue el lugar para celebrar misa con la presencia de un sacerdote que venía de la Iglesia “Virgen de la Asunción” de Papantla, Veracruz, todavía la Catedral de la Diócesis de Papantla.
El día primero de marzo de 1956 cuando el Padre Juan Núñez Fuentes se enteró de la existencia de un predio reservado para la construcción de una Iglesia en la ya Colonia Petromex, un día que fue a visitar un enfermo por ese rumbo, labor que realizaba por encomienda del Padre Guillermo Bogues Herrera, Párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en la Congregación de Poza Rica.
Una semana después, el Padre Juan Nuñez fue a invitar personalmente calle por calle a los vecinos de La PetroMex para asistir a una misa que daría en la casa de Don Adolfo Rendón siendo aquel mes de marzo que se registró la primera misa, la que se estableció de forma permanente en aquel campo petrolero, siendo el motivo la integrar un Patronato en a favor de edifica una capilla, día en el que se integraron por su destacado interés y dinamismo las hermanas Manuelita e Isabel Celaya, Viviana Loera y Hermelinda Licona, entre otras, sobresaliendo Don Adolfo, quien era reconocido por su gran liderazgo, iniciando así una campaña para la recaudación de fondos económicos con diferentes actividades como; boteo, rifas, kermeses, bailes, ventas de antojitos y tantas genialidades de los feligreses.
La siguiente misa se celebró el día 12 de marzo de 1956 en el predio que se tenía como reserva para la iglesia, que a falta de esta, se dio bajo la fresca sombra de un árbol ratificándose el nombre de la capilla de “Nuestra Señora de Fátima”, en donde se recuerda la generosidad de Don Adolfo Rendón, quien obsequió la imagen de la Virgen de Fátima, que llenó de gusto y bendijo el Padre Juan Nuñez con el júbilo de los asistentes a la histórica celebración en aquel inolvidable día, en el que los colonos la adoptaron como su “Santa Patrona”.
Con el entusiasmo generado de poder tener un templo el día 9 de junio de 1959 el Padre Juan Nuñez, colocó la primera piedra para edificar la Iglesia de la Virgen de Fátima y a partir de aquel evento empezaron a celebrarse misas cada catorce días a las once de la mañana en domingo con firme advocación de la Virgen de Fátima; para esto, el padre Juan denotó mayor entusiasmo convertido en el gran guía del magno propósito evangelizador, tiempo en el que solicitó a Petróleos Mexicanos apoyo para una capilla, recibiendo una caseta que se usan en perforación, y fue en donde guardaba los objetos litúrgicos y una enorme lona que se utilizó en los servicios para el resguardo de los fieles de los rayos del sol y la lluvia.
Para celebra la aparición de la Virgen de fátima el día 13 de mayo de 1917 en Portugal; los feligreses de la colonia PetroMex, en esa fecha del año de 1956 llevaron a cabo una magna procesión a la que el Padre Juan invitó con aplausos recorriendo la Congregación, el punto de reunión y partida fue el campo de béisbol Jaime J. Merino, hoy La Plaza Cívica de Poza Rica recorrido que se hizo por lo que es actualmente la avenida Central Poniente hasta llegar a la actual iglesia.
Una gestión muy importante fue la del Sr. Arturo Barragán Ponce quien a petición del Padre Juan Nuñez, solicitó de material a Petróleos Mexicanos para construir una guarda perimetral al terreno de la capilla, otro trámite muy importante para los fieles de la Virgen de Fátima, fue la solicitud que El Padre Juan hizo al Arquitecto Guillermo Reineke, para que le hiciera un proyecto arquitectónico para la iglesia, toda vez que dicho arquitecto había realizado el de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en 1950, quien amablemente accedió, ya con el proyecto hecho, el día 9 de Junio de 1959 el Obispo Alfonso María Sánchez Tinoco tuvo la deferencia de colocar la primera piedra de la futura parroquia que inició su construcción, en la primera etapa de cimentación de concreto armado.
El entusiasmo entre los feligreses tuvo un impasse inesperado y desconcertante, cuando el Padre Juan Nuñez Fuentes fue removido a Martinez de la Torre, Veracruz, el día 19 de enero de 1960 por el Obispo Sergio Obeso Rivera, dejando la construcción con la cimentación terminada, de igual forma el Sagrario y barda perimetral. El Padre Luis Guillermo Vogues Herrera estuvo enviando a los curas: José Roberto Cueto, Ruperto Moran y José Luis Maldonado de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, ya que la capilla Nuestra Madre de Fátima aún era vicaria de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
Con relación a la edificación de la iglesia tuvo un ritmo muy lento, se realizaban actividades para recaudar fondos como rifas, kermeses y aportaciones voluntarias de gente sin tener un párroco fijo, hasta que un día el joven cura José Vidal dijo en una homilía, que el Obispo Sergio Obeso Rivera ya había designado Párroco, lo que dejó a un paso de convertirse en “La Parroquia Nuestra Señora de Fátima”, y a partir de esa información en el año de 1971, se cambió el horario de las misas oficiándose en el nuevo horario de las ocho de la mañana de cada domingo.
Después del mes de junio de 1973 llegó el sacerdote Ramón Reyes Piñón quien se invistió como primer párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, después de recorrer y conocer las condiciones de la iglesia, reunirse con los fieles, empezó a oficiar misa, celebrar servicios religiosos para; bodas, bautizos y los servicios propios de una iglesia, se interesó muy entusiasmado en continuar con la construcción, integró un patronato pro-construcción, recayendo este en Enriqueta Camet Acosta, Dra. Carmen Nely Aguilar y Raúl Mateos como presidente, tesorero y secretario, además de vocal a Otilia Mejía.
Otro paso determinare para la Parroquia fue cuando se obtuvo con el apoyo del Lic Jorge Trujillo Muñoz el testimonio notarial que acreditó legalmente la propiedad del inmueble religioso, con este documento en el archivo de la parroquia, el Padre Ramón Reyes Piñón siguió el proyecto constructivo que demandó mucho recurso que los feligreses y patronato recaudaba con ánimo y convicción.
Es importante mencionar que desde que inició la construcción de la iglesia, esta nunca se interrumpió, ya que la comunidad de la Colonia PetroMex siempre fue muy participativa y entusiasta. Cuando se tuvo que construir la techumbre, se optó por que esta fuera prefabricada que fue de un costo muy elevado para los años setenta, que se estimó en los cien mil pesos, afortunadamente se contó con el financiamiento de un crédito del Banco de Tuxpan que Don Tito Avilés autorizó siendo el Gerente de la institución bancaria; otro personaje que brindó su apoyo determinante en su momento, fue el Sr. Oscar Torres Pancardo, especialmente cuando fue Secretario General de la sección 30 del STPRM.
El estimado y eternamente recordado padre Ramón Reyes llegó al terminó de su larga y brillante labor eucarística en esta iglesia el día 26 de Noviembre del 2009 dejando varias generaciones de jóvenes que supo acercar a la Iglesia católica, los reunía para darles platicas de orientación cívica, alejarlos de los malos caminos y enseñanza de la Fe Religiosa, charlas que se quedaron el alma y corazón de muchos por toda la ilustración práctica de la religión, toda una loable labor que se tuvo desde que llego a la capilla aquel día 13 de febrero de 1973 marcando toda un bella época.
A la triste partida del padre Ramón Reyes Piñón su lugar fue atendido por varios Vicarios que amablemente ofrecieron su servicio: Alejo Nabor y Valentín Jiménez Juárez, además de Aldegundo Cruz Salazar, en tanto se nombraba al nuevo párroco, que días después fue el Padre Alejo Nabor Jiménez Juárez quien llegó el día 26 de mayo del 2010, siendo el Obispo Lorenzo Cárdenas Aregullín quien le entregó la parroquia convirtiéndose en el segundo Párroco oficial teniendo como vicarios a los Padres Mauricio Alejo Gerónimo de la Cruz y José Alfredo Suárez, hasta el día 19 de Septiembre del 2016.
Una encomiable labor del padre Alejo además de su trabajo de evangelización, fue el realizar la remodelación de la parroquia anexándole una ampliación, dejando de manifiesto el interés de adaptar la casa de Dios en esa colonia acorde a el confort de sus parroquianos, quienes siempre estuvieron a su lado muy solidarios para su auxilio y siempre devotos de Nuestra Madre de Fátima.
Al traslado del Padre Alejo Nabor Jiménez Juárez, el Obispo José Trinidad Zapata Ortiz, designó el día 14 de agosto del año de 2016 al Padre Joaquín Sánchez García a la iglesia “Nuestra Madre de Fátima” quien fue muy bien recibido por los fieles, y se convirtió gratamente en el tercer párroco, quien oficia hasta nuestros días, que ha cautivado y vive en el ánimo de sus parroquianos, de la emblemática Colonia PetroMex.