Nueva York.- En un acto extremo de protesta frente al juicio de Trump en Manhattan, un hombre identificado como Max Azzarello se prendió fuego a sí mismo a las puertas del tribunal.
En un manifiesto pronunciado antes del incidente, Azzarello declaró: «Me llamo Max Azzarello y soy un investigador que se ha prendido fuego a las puertas del juicio de Trump en Manhattan». Expuso su preocupación sobre una supuesta conspiración totalitaria y fascista a nivel mundial perpetrada por el gobierno y sus aliados.
Azzarello afirmó que esta acción no era una fantasía conspirativa, sino una realidad respaldada por pruebas. Instó a investigar las evidencias que respaldan su afirmación y a descubrir la «verdad podrida» detrás de la «América posverdad».
«Este acto extremo de protesta es para llamar la atención sobre un descubrimiento urgente e importante: Somos víctimas de una estafa totalitaria, y nuestro propio gobierno (junto con muchos de sus aliados) está a punto de golpearnos con un apocalíptico golpe fascista mundial.» «Somos víctimas de una estafa totalitaria, y nuestro propio gobierno (junto con muchos de sus aliados) está a punto de golpearnos con un apocalíptico golpe fascista mundial».
«Estas afirmaciones suenan a fantasiosa teoría de la conspiración, pero no lo son. Son pruebas de conspiración. Si investigas esta montaña de investigaciones, también las probarás. Si aprendes mucho sobre esquemas Ponzi, descubrirás que nuestra vida es una mentira.» «Si sigues esta historia y los enlaces de abajo, descubrirás la podrida verdad de la ‘América posverdad’. Conocerás la historia más aterradora y estúpida de la historia del mundo. Y te darás cuenta de que todos estamos en un desesperado estado de emergencia que requiere tu acción.»
«A mis amigos y familiares, testigos y primeros intervinientes, les pido profundamente disculpas por infligirles este dolor. Pero os aseguro que es una gota en un cubo comparado con lo que nuestro gobierno pretende infligir.» «Porque estas palabras son ciertas, esto es un acto de revolución».
El hombre pidió disculpas a sus seres queridos por el dolor causado, pero argumentó que era necesario para destacar la situación de emergencia que enfrenta el país. Concluyó que su acción era un acto de revolución contra lo que consideraba una amenaza inminente para la sociedad.
















