historia del Dios Yacatecuhtli

De modo parecido a lo que ocurría entre grupos como los guerreros, los sacerdotes y los diversos artistas, también los mercaderes o pochtecas (Los pochtecas eran un gremio de comerciantes viajeros que operaron durante la época del Imperio Azteca) tenían sus propias deidades protectoras a las que adoraban y hacían ofrendas.

Casi todos los cronistas del siglo XVI, al hablar de los mercaderes o pochtecas que emprendían grandes viajes para comerciar, hacen referencia al dios o dioses que tenían como especiales patronos. De las alusiones y representaciones pictóricas acerca de esas deidades, cabe destacar que hay una que parece ser la figura principal: la del dios llamado Yacatecuhtli o Iyacatecuhtli, “señor de la nariz”. Fray Bernardino de Sahagún, en una confutación que hizo de las idolatrías en un apéndice al libro I de su Historia general de las cosas de Nueva España (Códice Florentino), se refiere al dicho dios con estas palabras, tanto en náhuatl como español:

“Otro diablo adoraron vuestros antepasados, al cual llamaron Yyacatecutli y por otro nombre Yacaculiuhqui. Este decían ser el dios de los mercaderes, al cual todos los mercaderes tenían gran devoción y le hacían fiesta cada año; mataban por su servicio muchos esclavos cada año, en su fiesta; las cañas que los mercaderes usan traer de camino, en especial las negras, antiguamente las traían a honra de este dios, y llegando la noche, a cada jornada, se sacrificaban sacando sangre de las orejas, delante de la misma caña hincada en tierra, y hacían otras ceremonias enderezándolas a este diablo.”

Los mercaderes ofrecían cinco esclavos, los cuatro hombres y una mujer. A todos los lavaban y purificaban, como era uso y costumbre purificar los esclavos que habían de representar ídolos.

El Yacatecuhtli encierra todo un significado histórico con el cual se desea que toda la comunidad de la Facultad de Contaduría y Administración, se identifique. Yacatecuhtli. Yacatl, nariz; fig. guía; tecuhtli, señor, dios: “el dios o señor que sirve de guía”, esto es, que va por delante como la nariz.

De este Dios llamado Yacatecuhtli, hay conjetura de que comenzó los tratos y mercadurías entre la gente, y así los mercaderes le tomaron por dios y le honraban de diversas maneras. También tenían mucha veneración al báculo con que caminaban, que era una caña maciza que llamaban viatl. Antes de iniciar cada viaje, los mercaderes sacrificaban un esclavo en su honor, para que los ayudara durante la travesía.