Así ocurrió en Seattle, donde Argentina juega la noche de este martes ante Bolivia para asegurar el primer lugar del Grupo D, pues hasta un elemento de la Policía local le pidió una fotografía a su lado.
Con su uniforme, el policía posó muy sonriente junto a Messi, quien amablemente accedió para que integrantes del cuerpo técnico se encargaran de tomar las imágenes.