Ganaderos enfrentan aún más restricciones

Ganaderos enfrentan aún más restricciones

Tras el brote de gusano barrenador, aumentan las medidas sanitarias impuestas ante el caso detectado en Ixhuatlán de Madero. Las exportaciones siguen suspendidas y hay impacto económico para el sector pecuario.

Hipólito Moreno Tapia

Álamo, Ver.- La restricción impuesta por Estados Unidos a las exportaciones de ganado mexicano continúa vigente, tras la detección de un caso de gusano barrenador en el municipio de Ixhuatlán de Madero.

Hernán García Sobrevilla, presidente de la Asociación Ganadera Local Ejidal de Oriente Temapache, señaló que además se han establecido requisitos zoosanitarios adicionales para el movimiento de ganado hacia otras zonas de diferentes estados del país.

Las medidas sanitarias incluyen la exigencia de un certificado conocido como “barrido”, que consiste en análisis clínicos como pruebas de sangre, revisión de heridas y verificación de que el animal esté libre de enfermedades. Este documento debe ser expedido por un médico veterinario con registro oficial ante la Secretaría de Agricultura.

Aunque los trámites implican costos, los ganaderos han asumido estas disposiciones con responsabilidad, conscientes del riesgo sanitario, añadió García Sobrevilla, quien confió en que todas estas restricciones sean temporales.

“Tenemos que cumplir los requisitos. Se han aplicado nuevas restricciones de movilidad por zonas, por ejemplo hacia algunos municipios del estado de Hidalgo”, comentó.

El brote de gusano barrenador fue reportado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y divulgado por autoridades estadounidenses el 10 de julio de 2025. Este hallazgo motivó el cierre inmediato de más puertos fronterizos, justo el día que se planeaba reanudar gradualmente las exportaciones ganaderas.

A nivel nacional, el cierre fronterizo ha generado pérdidas estimadas en 700 millones de pesos y la suspensión del envío de unas 650 mil cabezas de ganado, afectando la economía de productores mexicanos. Como respuesta, México activó un protocolo de emergencia, con cuarentenas, vigilancia epidemiológica y la liberación de cerca de 2 mil millones de moscas estériles en coordinación con autoridades sanitarias de Estados Unidos, en busca de erradicar la plaga y reanudar el comercio lo antes posible.