Equilibrio entre la imagen institucional y el manejo de recursos públicos en las judicaturas

Estándares éticos básicos mínimos en las judicaturas

UN DÍA MÁS SOBRE LA JUDICATURA FEDERAL MEXICANA

Tema de hoy: “Equilibrio entre la imagen institucional y el manejo de recursos públicos en las judicaturas”.

Por: Dr. José Faustino Arango Escámez
Magistrado Federal adscrito al Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, con sede en Xalapa, Veracruz.

La imagen institucional es relevante en todos los aspectos de la vida pública gubernamental, pues no se trata solo de aparentar autoridad o caer en opulencia desmedida, sino de encontrar un justo medio y un equilibrio entre el gasto y la inversión de insumos, mobiliario e inmuebles y también de proporcionar un buen servicio público que en el caso del Poder Judicial no es tema menor, dado que se trata de la impartición de justicia, lo que involucra un sinnúmero de derechos humanos en juego; además, es indispensable invertir en la imagen institucional, esto es, que los recintos judiciales ya sean juzgados, tribunales, centros de justicia, Corte Suprema o el órgano de administración interna de la Judicatura mismo tengan instalaciones adecuadas, armoniosas, con cierto nivel de impacto visual hacia la sociedad a quien sirven, pues ello genera, como dije, mayor seguridad, confianza y respeto, a más de la autoridad necesarias para ejercer la labor que el Estado le confirió a este poder público, siendo importante, desde luego, que esa imagen institucional vaya en armonía y de la mano con la correcta aplicación de recursos, aunado a que colateralmente es importante también el fomento de la buena imagen del juzgador como persona para que se conforme ese binomio de imagen positiva tanto en el recinto visualmente hablando como en el interior respecto de las personas encargadas de impartir justicia.

Bajo ese tenor, uno de los aspectos más importantes que debe tener presente para su cuidado todo órgano de administración interno de la Judicatura, es la vigilancia de las finanzas y un tema importante en ello se centra en los recursos materiales que maneja el Poder Judicial al que autogobierna, y es este ámbito el que debe estar sujeto a una estricta tutela y supervisión a efecto de no malversar o malgastar esos recursos en su administración, al tiempo que tampoco implique, que esa administración estricta genere una desatención a la imagen institucional del Poder Judicial la cual es relevante pues dota a la sociedad de una percepción no solo de autoridad, sino de seguridad, confianza y de respeto, a la vez que proporciona adecuadas instalaciones para la impartición de justicia en beneficio de los justiciables y público en general. Por ello, el manejo de los recursos materiales relacionados con los inmuebles, el mobiliario y los demás insumos de la institución del Poder Judicial, requiere de una concentración adecuada y un uso o destino correcto sí se quiere lograr de un modo eficaz que se maximicen los recursos, evitando gastos excesivos en aspectos o áreas que no lo requieren o ameriten, y por el contrario destinando los gastos a las áreas de oportunidad más claras y que mayor generen un desarrollo interno y proyecten una imagen institucional positiva hacia la sociedad.

Finalmente, y para la reflexión sobre este aspecto dual –administración responsable de aplicación de los recursos públicos frente a la necesidad también de proyectar una imagen institucional pública importante- y la vinculación existente entre la imagen formal del espacio o recinto judicial con la imagen del servidor(a) público judicial es importante destacar que, en mi opinión, deben privilegiarse siempre primero los insumos y recursos que tengan que ver y que estén destinados al quehacer jurisdiccional, es decir, lo que resulta más tangible para los justiciables y el público en general, esto es todo aquello que tenga que ver con los materiales necesarios para poder dar un acceso a la jurisdicción y una impartición de justicia en los expedientes mismos a las personas involucradas, para después ya preocuparse por el diverso destino de recursos o insumos que tienen que ver con la imagen que se proyecta al exterior como institución.