Elena Gouliakova vive una lamentable tragedia

Elena Gouliakova vive una lamentable tragedia

La ex patinadora rusa, que fue muy exitosa en su momento, fue captada por el público que la reconoció andando de indigente en las calles de Monterrey.

Monterrey, Nuevo León.- La historia de la reconocida patinadora rusa Elena Gouliakova ha vuelto a conmover a los habitantes de Monterrey, luego de que fuera vista deambulando en las calles del centro, dependiendo de la caridad de las personas.

De las pistas de hielo a las calles
Hace más de una década, Elena Gouliakova era un nombre reconocido en el mundo del patinaje artístico, destacando no solo como atleta, sino también como entrenadora en prestigiados clubes de San Pedro Garza García, Nuevo León. La rusa fue una figura central en la introducción y promoción del patinaje en la región, trabajando de la mano con Eduardo Burguete Ayala, pionero de las pistas de hielo en el estado.
Su vida profesional tuvo momentos de brillo: participó en el prestigioso espectáculo Holiday On Ice y fue parte de la Federación Mexicana de Patinaje Sobre Hielo y Deportes de Invierno. Junto con su entonces esposo, Nikolay Suetov, llegó a Monterrey buscando nuevas oportunidades laborales, consolidándose como entrenadores de gran prestigio en centros deportivos como el Deportivo San Agustín y el Alpino Chipinque.

El colapso emocional y la desaparición del escenario público
Sin embargo, entre 2005 y 2006, la vida de Elena comenzó a desmoronarse. Rumores sugieren que la separación de su esposo, Nikolay Suetov, fue un golpe emocional del que nunca logró recuperarse. En 2010, le fue diagnosticada esquizofrenia paranoide, una condición que la dejó incapacitada para seguir su carrera como entrenadora y llevar una vida independiente.
Desde entonces, la otrora reconocida patinadora comenzó a vivir en condiciones precarias, sobreviviendo en las calles del centro de Monterrey gracias a la caridad de los transeúntes.

El resurgimiento de una figura olvidada
El caso de Elena Gouliakova volvió a tomar relevancia en redes sociales luego de que se difundieran fotografías de ella en la calle Morelos, en pleno centro de Monterrey. Personas que la reconocieron compartieron testimonios y expresaron su consternación por la situación actual de quien alguna vez fue un símbolo de talento y elegancia en el patinaje.
Un usuario de Facebook relató que, al encontrarla, intentó llamarla por su nombre, pero Elena negó su identidad, asegurando que trabajaba en una tienda de ropa. Otros recordaron haberla visto en el pasado en cafeterías como el VIPS de Padre Mier, donde a pesar de su aspecto desalineado, conservaba una figura y elegancia distintivas. Sin embargo, algunos señalaron que también presenciaron momentos en los que sufría crisis nerviosas que requerían intervención de la policía.

Un llamado a la memoria y solidaridad
La historia de Elena Gouliakova es un reflejo de cómo los problemas de salud mental pueden transformar la vida de una persona y relegarla al olvido. Su trayectoria en el patinaje dejó una huella importante en Nuevo León, pero su situación actual ha generado un debate sobre la falta de apoyo a quienes enfrentan este tipo de condiciones.
Habitantes de Monterrey y seguidores de la comunidad deportiva han comenzado a expresar su preocupación y la necesidad de brindar algún tipo de ayuda para que Elena reciba la atención que requiere.
La presencia de Elena en las calles no solo revive su legado, sino que también sirve como un recordatorio de la vulnerabilidad que puede acechar incluso a quienes alcanzaron el éxito en algún momento de sus vidas.