Tihuatlán, Ver.- Conformada por 33 viviendas, la mayoría en precarias condiciones, El Veladero es la comunidad más próxima a la cabecera municipal, pero también la que se encuentra en el mayor rezago en Tihuatlán, al grado que cuando se enferma algún integrante de las familias que enfrentan situación de pobreza lo tienen que sacar en carretilla, señaló la joven Andrea Hernández Hernández, residente de este lugar.
Esta localidad quedó en el abandono desde hace muchos años, cuando se construyó el nuevo tramo de la carretera federal Álamo-Tihuatlán, con lo que la antigua carretera que pasa a mitad de la localidad quedó prácticamente inhabilitada, sin ningún tipo de mantenimiento y ahora reducida a un camino de terracería en malas condiciones.
El camino se torna intransitable en temporada de lluvias y es casi imposible el acceso para los taxis que van solamente por “carreras”, por lo que a los enfermos los tienen que cargar o llevar en carretilla hasta la carretera federal, distante a unos 20 minutos, donde esperan el transporte para proseguir hasta la cabecera municipal.
Al lado de la pequeña capilla de San José, en El Veladero existe una Casa de Salud, construida de materiales rústicos y con piso de tierra, donde en ocasiones las madres reciben pláticas, pero si necesitan de consulta médica se tienen que trasladar hasta la clínica rural en la vecina comunidad de Francisco Villa, ubicada a unos cuatro kilómetros sobre la carretera federal rumbo a Álamo.
Lo anterior es solamente una de las tantas carencias en El Veladero, a donde en cada campaña llegan los candidatos una sola vez para pedir el voto y les prometen hasta agua potable, que tampoco tienen, pero después ya no regresan, agregó la joven mujer.
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