Álamo, Ver.- Sin presupuesto ni tiempo para su restauración, el monumento al colotero tendrá que esperar mejores tiempos para recibir una manito de gato, aunque el riesgo de que colapse permanecerá latente durante todo ese lapso.
Ello porque en su recta final la actual administración municipal ya no se atrevió a echarse a cuestas la rehabilitación del emblema del municipio naranjero, a pesar de los graves daños que enfrenta en su estructura.
Como ya se había informado desde hace varias semanas, la colosal construcción enfrenta un serio deterioro en toda su estructura, la cual observa agrietamientos, fisuras y hasta profundos huecos, derivado del paso del tiempo, de las inclemencias climáticas y, sobre todo, de las constantes vibraciones que ocasiona el paso continuó de unidades pesadas en la carretera federal Tihuatlán-Álamo-Alazán.
Pese a esos factores constantes que lo dañan, el monumento al colotero no ha recibido mantenimiento desde hace siete años, lo que lo ponen en riesgo de colapsar en cualquier momento, han señalado expertos en la materia.
La obra fue hecha hace por lo menos 17 años como un reconocimiento a los cortadores de naranja, cuyo cultivo es la base económica principal de este pujante municipio.
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