La ansiedad, el mal humor y el insomnio aumentan durante las olas de calor, afectando nuestra mente.
Con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas, se han comenzado a sentir los efectos del calor en la salud física y mental de las personas. Aparte de los malestares físicos comunes durante las olas de calor, como la deshidratación o golpes de calor, las altas temperaturas también afectan el bienestar emocional y psicológico, generando mal humor, ansiedad, insomnio y otros trastornos relacionados.
Expertos en salud mental advierten que las olas de calor no solo alteran el estado físico, sino que también pueden provocar alteraciones en el comportamiento y el rendimiento cognitivo. Según la Asociación Americana de Psicología (APA), las altas temperaturas persistentes pueden agravar una serie de problemas emocionales, como ansiedad, irritabilidad, insomnio, dificultades para concentrarse, depresión e impulsividad. Estos efectos no solo afectan la calidad de vida, sino que, en casos extremos, pueden generar situaciones de violencia y hasta aumentar el riesgo de suicidio, especialmente en personas mayores de 65 años.
En un artículo publicado en su revista Monitor on Psychology, la APA destaca que los efectos del calor en la salud mental son más pronunciados en personas con condiciones preexistentes, y advierte que las olas de calor pueden generar un aumento en el consumo de alcohol y otras sustancias, exacerbando aún más los trastornos psicológicos.
Además, un informe de salud mental estadounidense señala un aumento del 8% en las llamadas y visitas a servicios de salud mental durante los días más calurosos del año, comparado con los promedios de los meses más frescos. Los problemas más comunes que se reportan en estos días son el abuso de sustancias, la ansiedad, el estrés, los trastornos del sueño y enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia.
Las altas temperaturas también afectan el rendimiento intelectual y escolar. Un análisis de 58 países publicado en Nature Human Behaviour reveló que, en días calurosos, el rendimiento escolar se reduce significativamente, lo que puede tener repercusiones a largo plazo en el aprendizaje y desarrollo académico de los estudiantes.
En resumen, las altas temperaturas no solo representan un desafío físico para las personas, sino que también tienen un impacto considerable en la salud mental. Es importante estar atentos a los efectos del calor y tomar medidas para proteger tanto el bienestar físico como emocional durante las olas de calor.