A 100 días del fin de la administración, sigue sin construirse el albergue prometido por la alcaldesa Lilia Arrieta, quien prefirió gastar 48 millones en remodelar el parque.
Hipólito Moreno Tapia
Álamo, Ver.- A cien días de que concluya el actual gobierno municipal, una de las promesas más sensibles de la alcaldesa Blanca Lilia Arrieta Pardo sigue sin cumplirse: la construcción del albergue-dormitorio para acompañantes de pacientes del Hospital General de Álamo.
Durante su campaña electoral, la alcaldesa morenista aseguró que este espacio sería una prioridad, y posteriormente lo incluyó en el Plan Municipal de Desarrollo 2022-2025.
Sin embargo, el proyecto quedó el olvido, y mientras tanto, los familiares de pacientes se ven obligados a dormir en condiciones indignas, sobre cartones o cobijas en el piso o bancas metálicas en la sala de espera, pero ante el insoportable calor otros optan por dormir sobre las jardineras de concreto en el exterior del nosocomio.
Desde hace más de doce años, el hospital carece de un área adecuada para recibir a quienes llegan desde comunidades rurales del municipio o incluso de regiones vecinas, por lo que a diario se constada que incluso niños y personas de la tercera edad duermen a ras de piso.
Aunque grupos religiosos y organizaciones altruistas han intentado paliar la situación ofreciendo alimentos y cobijo en temporadas de frío, no existe hasta ahora una solución estructural por parte del gobierno municipal.
Mientras tanto, en redes sociales crecen las críticas hacia la alcaldesa por la asignación de recursos públicos a obras consideradas no prioritarias, como la remodelación del parque municipal y la construcción de una nueva plaza cívica, con una inversión aproximada de 48 millones de pesos, una suma estratosférica en un municipio donde existen marcadas carencias.
Así, a solo cien días del cierre del trienio, ciudadanos y usuarios del hospital expresan su inconformidad ante lo que consideran una muestra más del incumplimiento de varios compromisos básicos, entre ellos la Estancia Infantil en apoyo a madres trabajadoras, que tampoco cumplió Lilia Arrieta a pesar de que fue una de sus banderas en campaña.
En resumen, con el fin de la administración previsto para diciembre de 2025, las familias siguen esperando en el piso ante la falta de un albergue, lo que representa un problema humanitario no atendido.