Tuxpan, Ver.- Como si lo hicieran por obligación o sin voluntad de ayudar verdaderamente, algunos ciudadanos han convertido los contenedores para la recolección de tapitas contra el cáncer en muladares, pues sus aportaciones las dejan fuera del depósito, sobre el piso, como basura, en bolsas de plástico, algunas de ellas sin amarrar.
Un ejemplo de esta deleznable actitud ciudadana se localiza en el Parque Reforma, donde un contenedor metálico permanece instalado para recibir los donativos de las personas, pero en cuyo exterior es posible observar cómo algunas personas han llegado a depositar sus aportaciones, pero sin vaciar las tapitas dentro del recipiente.
En su exterior, sobre el piso del centro de esparcimiento, las bolsas de nylon repletas de fichas de plástico lucen rotas o sin amarrar, con algunas tapitas regadas sobre el pavimento. Tal pareciera que los donantes no se quisieron tomar la molestia de depositarlas en el interior del contenedor.
El espectáculo es deprimente, porque a simple vista el sitio semeja un basurero clandestino, pues el o los encargados de ese contenedor tampoco se dan tiempo para supervisar las condiciones del depósito, como si instalarlo hubiera sido su única encomienda.
Por si fuera poco, tampoco autoridad municipal alguna hace algo por atender la situación, a pesar de que el Parque Reforma está considerado como un punto para el turismo que llega a la ciudad.