Al natural o pintadas de colores diversos, entre los que resaltan el rosa mexicano, el morado y el verde bandera, los ramos de palma se extienden por las banquetas de la calle Sor Juana Inés de la Cruz, frente al templo parroquial de Nuestra Señora de los Dolores, y en la entrada principal hacia el atrio, donde decenas de vendedores esperan con ansia ventas que les permitan obtener buenas ganancias económicas.
Se instalaron desde muy temprano y ya son las diez de la mañana, pero hasta esa hora las ventas aún estaban flojas, mientras en el interior del templo, los sacerdotes aún oficiaban la misa alusiva al Domingo de Ramos, día que marca el inicio de la Semana Santa.
Mientras tanto, en el Parque Lázaro Cárdenas, varias de feligreses esperaban la llegada de los religiosos para iniciar con la ceremonia de bienvenida a Cristo en su llegada a Jerusalén. Ahí, en dicho centro de esparcimiento comenzaría la procesión que aludiría el acompañamiento del pueblo judío a Jesús en su arribo a la Ciudad Santa.
