Cultivo de papa alerta por agrotóxicos

Xalapa, Ver.- Académicos y organizaciones civiles encendieron las alertas ante la expansión acelerada del cultivo de papa en municipios conurbados a Xalapa, actividad que —advirtieron— avanza sin controles efectivos y con impactos cada vez más visibles en el ambiente, la salud pública y las zonas de bosque de niebla.
Durante el conversatorio “Veneno oculto: los agrotóxicos que llegan del campo a tu mesa”, realizado en el 8º Foro Hispanoamericano de Periodismo Científico, especialistas señalaron que en la última década la superficie sembrada con papa ha crecido de forma constante, con mayor rapidez en los últimos cinco años, hasta superar las 200 hectáreas distribuidas entre Coatepec, Tlalnelhuayocan, Xalapa y localidades aledañas.
Beatriz Torres Beristain, investigadora del CITRO UV, explicó que este cultivo requiere un uso intensivo de plaguicidas y se desarrolla fuera de las condiciones naturales de la región, lo que incrementa los riesgos ambientales. Uno de los puntos más críticos, indicaron, es la detección de residuos de agroquímicos en el río Pixquiac, una de las fuentes de abastecimiento de agua para la capital.
Los especialistas advirtieron afectaciones directas al agua, al suelo, a la biodiversidad y al equilibrio del bosque de niebla, además de señalar que la vigilancia es mínima, aún cuando existen prohibiciones federales sobre varios pesticidas. Solo Tlalnelhuayocan cuenta con un reglamento ambiental que limita el uso de agroquímicos; Xalapa, Coatepec, Xico y otros municipios carecen de normas específicas para controlar esta actividad.
“El daño más grave es para los trabajadores”, insistieron, al subrayar que muchos aplican los productos sin información ni equipo adecuado.
El caso de la escuela de El Naranjal, cerrada en 2023 en San Andrés Tlalnelhuayocan por presunta exposición a plaguicidas, fue recordado como un ejemplo de la urgencia de reforzar la regulación municipal.
Tajín Fuentes Pantgtay, de SENDAS, afirmó que la solución requiere tanto voluntad institucional, como presión social: “La UV puede aportar investigación, pero sin voluntad municipal no habrá cambios”.
Entre las medidas planteadas destacan brindar información clara a la población, establecer reglamentos estrictos y promover alternativas agroecológicas viables para los productores.
Los participantes coincidieron en que los municipios deben actualizar sus reglamentos ambientales y garantizar su cumplimiento para frenar el avance del cultivo sin control y proteger a la población y los ecosistemas.