Poza Rica, Ver. – La imagen de los elementos de tránsito en Poza Rica se ve nuevamente empañada por un escándalo de corrupción y abuso. Este domingo 6 de octubre de 2024, un incidente revela la impunidad bajo el mando del delegado Carlos Alberto Lagunes González, ya señalado por extorsión a camioneros y transportistas en los filtros de seguridad.
El suceso comenzó con una persecución de un agente de tránsito en la patrulla TEO01-518, que, sin razón aparente, persiguió a un vehículo en la calle La Floresta, cerca de la esquina con Bolivia. Aunque los motivos son inciertos, la sospecha de extorsión no puede descartarse, dada la reputación de los elementos de tránsito en la ciudad.
Durante la persecución, el agente perdió el control de la patrulla al caer en un bache, lo que provocó la pérdida de una llanta delantera. Afortunadamente, el incidente no dejó heridos, aunque generó un caos vehicular considerable.
Lo más preocupante fue la reacción posterior del agente. Un reportero que acudió al lugar para documentar el incidente fue intimidado y amenazado por el mismo elemento, en un intento por silenciar la cobertura de la prensa y vulnerar la libertad de expresión, garantizada por los artículos 6 y 7 de la Constitución.
Este hecho no es aislado, sino un reflejo de las prácticas abusivas que predominan en el cuerpo de tránsito bajo Lagunes González, quien enfrenta acusaciones de corrupción y la instalación de filtros ilegales en la entrada de la ciudad. Los transportistas y ciudadanos saben que cruzar estos puntos significa exponerse a la extorsión.
La pregunta persiste: ¿Hasta cuándo permitirá el gobierno estatal que este problema continúe? Este nuevo episodio pone de manifiesto no solo la incompetencia de un agente, sino un sistema corrupto que perpetúa el miedo y el abuso en Poza Rica.