Humberto Benítez Pérez, Ezequiel Castañeda Nevárez y Juan Carlos Rodríguez García son acusados de malversar 243 millones de pesos en la Sedesol, a través de la asignación de contratos a empresas fantasmas. Sin embargo, estos mismos personajes también están implicados en la desaparición de 220 millones de pesos del ayuntamiento de Tuxpan y en la asignación ilegal de contratos de obra, por unos 180 millones de pesos.
Benítez Pérez, conocido en Tuxpan como “Vito Corleone” o “El Padrino”, era director de Administración y Finanzas durante el trienio de Alberto Silva Ramos; mientras que Ezequiel Castañeda era secretario del ayuntamiento, y Juan Carlos Rodríguez, el representante legal. Por las manos de estos tres funcionarios se movieron millones de pesos del presupuesto y se fraguó el encubrimiento.